Sánchez advierte a Marruecos: "No aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas"

El presidente del Gobierno ha comparecido en el Congreso para dar explicaciones sobre la nueva etapa de relaciones con el país vecino. Durante su intervención, se ha referido a la entrada masiva de mayo del pasado año, y al cese por parte de Marruecos de el uso de la migración como arma de presión. 

Sin sorpresas ni anuncios. La intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la comparecencia de este miércoles en el Congreso de los Diputados ha dejado pocos titulares, y escasa – por no decir ninguna- información nueva respecto a su última comparecencia relativa a explicar el reciente acuerdo hispano-marroquí.

El líder del Ejecutivo ha explicado el último Consejo Europeo extraordinario y las medidas aprobadas hasta el momento para hacer frente a la guerra en Ucrania. Luego, ha abordado las relaciones con Marruecos tras la apertura de una "nueva etapa" cristalizada especialmente tras un viaje a Rabat para reunirse con Mohamed VI. En este contexto, ha lanzado una advertencia al país vecino: “No aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas”, ha expresado. 

“Son territorio español, europeo, internacionalmente reconocido. Así lo quise subrayar con mi visita a ambas ciudades. La declaración conjunta constituye un sistema de garantía sobre nuestra integridad territorial”, ha manifestado el presidente del Gobierno.  La soberanía española está fuera de toda duda como en cualquier otra parte del territorio nacional. Y la buena vecindad debe implicar un modelo de normalidad beneficioso para todos. Las dos ciudades no pueden vivir y desarrollarse con la presión de la excepción permanente y la precariedad. Eso quiere decir, normalizar el paso de las personas y las mercancías. Restablecimiento conexiones, apertura gradual de los pasos fronterizos y la OPE. Todo ya está en marcha”, ha dicho.

Respecto a la polémica suscitada en los últimos días que dejaba en una incógnita la implantación de una aduana comercial en Ceuta y la reapertura de la existente en la ciudad hermana. El jefe del Ejecutivo ha exterminado toda posibilidad a vacilaciones o incredulidades al respecto. “Se llego a un acuerdo para que las aduanas funcionen en régimen de expedición comercial. El comercio regulado, transparente, acorde a los más exigentes estándares internacionales es la mejor forma de que no vuelva el comercio atípico”, ha señalado Sánchez en alusión al establecimiento de unas transacciones comerciales acordes al siglo XXI y en el marco de un plano fronterizo caracterizado por la legalidad internacional que se le confiere.

Asimismo, ha relegado en los operadores económicos de España y Marruecos la decisión de elegir la mejor vía para establecer esas transacciones comerciales. “Lo que vamos a hacer los poderes públicos a ambos lados de la frontera es asegurar que se cumple la normalidad, y que tenemos los elementos aduaneros necesarios para asegurar debidamente el tráfico de personas y mercancías. Las ciudades autónomas tienen una clara vocación de prestar servicio las empresas españolas, que cada vez invierten más y comercian más con Marruecos. Y ello, solo será posible con un marco de normalidad fronteriza como el que hemos comprometido”.

Sánchez también ha hecho mención a la importancia de la cuestión migratoria como “uno de los grandes desafíos”. “España no va tolerar la instrumentalización de la tragedia como arma de presión”, ha afirmado. El pasado año Marruecos favoreció la entrada de miles de personas, muchas de ellas menores, a Ceuta, en uno de los picos máximos de tensión en la crisis. En la nueva etapa se ha acordado el cese de “acciones unilaterales”, como ha vuelto a recordar este miércoles Sánchez.