Crisis migratoria

Marruecos se juega su reputación internacional con sus niños

Las imágenes de cientos de niños abandonados a su suerte tras ser invitados a cruzar la frontera han hecho un daño de un alcance difícil de determinar a la reputación del país. Rabat ha percibido el error y ha tratado de rectificar.

Un policía, junto a un grupo de menores marroquíes en el polígono de El Tarajal
photo_camera Un policía, junto a un grupo de menores marroquíes en el polígono de El Tarajal

La estrategia desplegada por Marruecos para intentar forzar a España a cambiar su tradicional posición sobre el Sáhara Occidental ha resultado contraproducente para la imagen exterior del país vecino. La llegada de cientos de niños y adolescentes marroquíes a la costa de Ceuta el pasado 17 de mayo ha devuelto el foco a una asignatura pendiente que Rabat creía haber superado: ¿qué trato dispensa el Estado marroquí a sus menores?

Las imágenes de niños abandonados a su suerte tras ser invitados a cruzar la frontera han hecho un daño de un alcance difícil de determinar a la reputación del país. Rabat ha percibido el error y ha tratado de rectificar. El comunicado difundido este martes por los ministerios de Asuntos Exteriores e Interior marroquíes sobre el futuro de sus menores acogidos en Ceuta parece ser una prueba de ello. La nota, en la que se afirmaba que el rey Mohamed VI había impartido instrucciones para que la situación de los menores “sea resuelta definitivamente”, hacía abrigar esperanzas de que una gran parte de los niños y adolescentes marroquíes que todavía se encuentran en la ciudad puedan retornar con sus familias. Aunque todavía las palabras no se han traducido en hechos.

Hace algo más de 30 años, en 1990, Marruecos firmaba la Convención Internacional de Derechos del Niño. Durante todos estos años, las autoridades del país vecino han trabajado para consolidar un marco legal de protección de la infancia. En noviembre de 2019, Marrakech acogía el XVI Congreso Nacional de Derechos del Niño, bajo el alto patrocinio de Mohammed VI y con la presidencia de la princesa Lalla Meryem. Tras su clausura se suscribía un pacto nacional para acomodar las necesidades de la infancia a las políticas públicas.  

Aquel año de 2019, Save the Children situaba a Marruecos en el puesto 89 del índice de privación infantil de un total de 176 países.

Las autoridades marroquíes han intentado avanzar en los últimos años en la protección de sus menores. Esta manifestada disposición choca brutalmente con las escenas que a lo largo de los últimos años se han repetido en la frontera sur de Europa. Marruecos es un país con miles de niños y adolescentes abandonados a su suerte en las calles de España. Su único cobijo son las leyes garantistas para la cobertura de las necesidades de la infancia vigentes a este lado de la frontera.

El éxodo masivo de menores marroquíes difundido a todos los rincones del mundo desde la playa de El Tarajal ha llevado a la escena internacional un drama que Marruecos ha alimentado con su inacción durante años. Ahora, el Parlamento Europeo debatirá el próximo día 10 una propuesta de resolución para determinar si el país magrebí vulneró la Convención de Derechos del Niño y si los utilizó en la crisis diplomática abierta con España.

Las autoridades marroquíes deberán mostrar si la voluntad expresada por Mohamed VI de dar una salida a la situación de sus menores se traduce en el retorno al país de la mayoría de ellos en condiciones de seguridad y protección suficientes. El Gobierno de la Ciudad ha identificado como menores a unas 1.160 personas, todas ellas llegadas a Ceuta con la avalancha del 17 y 18 de mayo.

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