cuatro candidatos en la televisión pública

Un debate premioso y acelerado

Los estudios de la televisión pública RTVCE han recibido este viernes a los candidatos al Congreso por PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos para celebrar el que será único debate que les reunirá durante esta campaña electoral. En un tono formal y apremiados por la celeridad que imprimía el formato, Bravo, Pulido, Faitah y Sunderdas han ofrecido unas intervenciones aseadas, aunque previsibles. 

SUNDERDAS DEBATEFAITAH DEBATEbravo pulidoCon uno de los estudios de la televisión pública como escenario, los candidatos al Congreso por PP, Juan Bravo, PSOE, Susana Pulido, Unidos Podemos, Mohamed Faitah, y Ciudadanos, Piku Sunderdas, han participado este viernes en el primer y único debate electoral que los partidos políticos han convenido celebrar durante la campaña.

La vehemencia de Bravo, el laconismo de Pulido, la serenidad de Faitah y la asertividad de Sunderdas han servido para construir un debate premioso y acelerado, en el que los participantes, urgidos por la moderadora, han recitado los argumentarios urdidos en las sedes nacionales de sus partidos a gran velocidad y sin tiempo para un punto de sosiego.

 

Primer asalto

La corrupción y las medidas de regeneración necesarias para combatirla fueron la primera referencia del debate. Los denominados nuevos partidos dirigieron sus invectivas contra populares y socialistas, a quienes reprocharon la falta de determinación en la lucha contra las conductas venales de los gestores públicos.

Pronto, y por boca de Sunderdas y Faitah, los nombres de Soria, Barberá y Chaves comenzaron a entreverarse en los reproches destinados a Pulido y Bravo. “Aprobáis leyes contra la corrupción y luego, en la práctica, hacéis lo contrario”, acusó el candidato de Unidos Podemos mientras interpelaba directamente a su homólogo del PP.

Bravo repelía el ataque con el argumento de que el Gobierno de Mariano Rajoy ha sido el que mayor legislación ha tramitado para acabar con la corrupción. Pulido, menos sentenciosa, se limita a replicar que en el PSOE los casos habían sido “aisladitos”.

 

Segundo asalto

En este punto, y transcurridos diez fulgurantes minutos desde el comienzo del debate, los candidatos abrían el bloque en el que debían plantear sus propuestas sobre bienestar, educación y familia.

Las becas, la necesidad de implantar un ingreso mínimo vital, la exigencia de promover un pacto por la educación o la política fiscal alimentaron las intervenciones de los candidatos. “Tenemos una generación perdida”, lamentaba Sunderdas.

 

Tercer asalto

Uno de los momentos más agitados se produjo cuando la dirección del programa propuso a los candidatos dirigir el debate hacia las propuestas que los partidos defienden en materia de integridad territorial y fronteras. De este modo, los candidatos se vieron obligados a hablar a un tiempo de realidades tan dispares como la organización territorial del Estado y las políticas de migración.

Faitah y Sunderdas orientaron sus críticas hacia el atril que ocupaba el popular Bravo. El candidato de la formación morada insistió en la conculcación de los derechos humanos que, a su juicio, comportan las medidas que en materia migratoria ha promovido el Gobierno Rajoy y en el “discurso del miedo” que, según sostuvo, utilizan los dirigentes del PP.

Bravo negaba con la cabeza para, a continuación reclamar el derecho a la defensa de las fronteras.

Pulido se aliaba con Faitah en sus censuras al PP y exigía la retirada de las concertinas.

Del otro lado, Sunderdas hacía hincapié en la dimensión económica de la frontera y en las escasas actuaciones que desde los poderes públicos se habían emprendido para corregir sus deficiencias. Estos reproches sacaron a Bravo una comprometida referencia a los retrasos en la apertura del nuevo paso de El Tarajal II, concebido para descongestionar el tránsito de personas y mercancías por la frontera. “No se ha inaugurado antes porque no se quería sacar rédito político”, reveló el popular en referencia a la proximidad de la cita electoral.

Aunque las referencias a las realidades política, social y económica de Ceuta resultaron aisladas, los candidatos sí tuvieron tiempo para hilar sus reflexiones acerca de Cataluña. Los intervinientes reprodujeron las tesis ya repetidas hasta la extenuación en el debate político nacional, incluida la advertencia que Sunderdas hizo a Faitah a propósito de la defensa que Unidos Podemos hace de la convocatoria de un referéndum: “Es muy triste, estáis creando una cultura peligrosa para la nación”.

 

Cuarto asalto

Las aportaciones de los candidatos de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos en materia de economía y empleo coincidieron en la crítica a la gestión de los populares. Faitah alertó de la creciente desigualdad social antes de enzarzarse en un enfrentamiento con Sunderdas a propósito de los modelos de contrato que cada uno de sus partidos propone.

Junto con el candidato de la formación morada, Pulido reclamó la derogación de la reforma laboral del PP. “Hace falta imprimir fuerza a la negociación colectiva”, reclamó.

Bravo replicaba a los ataques de sus interlocutores exhibiendo tarjetas con cuadros estadísticos y alabando la capacidad del Gobierno central para generar empleo.

 

Final

Las hostilidades, tremendamente civilizadas en todo caso, se cerraron en el último tramo del debate con el turno de palabra que concedía a cada candidato un minuto para dirigirse a los votantes.