LOS CONSERVADORES VENCIERON EN 2015 A LOS PROGRESISTAS EN CUATRO DE LOS SEIS DISTRITOS

El voto va por barrios

Las generales de diciembre de 2015 dejaron constancia de la preeminencia del voto al PP en cinco de los seis distritos de la ciudad. Sin embargo, aglutinando los apoyos a las formaciones de centro-derecha, por un lado, y los recibidos por las progresistas de izquierdas, por otro, la ventaja de las primeras en las preferencias de los electores se limitó a cuatro distritos.

cabinas electorales papeletas
photo_camera Expositor con papeletas de las distintas candidturas en un colegio electoral el pasado diciembre/ A.S./ARCHIVO

El término “cuerpo electoral” infunde la sensación de que nos encontramos ante un organismo vivo, sujeto a cambio y expuesto a estímulos. De manera periódica, esta criatura se despereza, descoyunta brazos y piernas y adopta otra postura, que en ocasiones no se diferencia en lo sustancial de la que mantenía de partida. Ahora se dispone a removerse de nuevo, y nadie sabe hacia qué lado lo hará.

El 21 de diciembre de 2015 este caprichoso organismo despertó decididamente recostado de su lado derecho.

La estructura del territorio municipal ceutí en torno a 6 distritos censales ayuda a entender la metáfora del cuerpo que adapta sus miembros a la que será su posición definitiva.

Las elecciones generales de 2015 arrojaron una nueva victoria del Partido Popular, la enésima desde 1993. Pese a ello, los conservadores no pudieron disfrutar de una satisfacción completa. Su candidatura al Congreso había obtenido 6.155 votos menos que en 2011, una constatación que, de algún modo, quedaba compensada si la comparación se establecía con los resultados de las últimas municipales. Juan Bravo, candidato a la Cámara Baja, había logrado 1.500 votos más de los cosechados en mayo por la candidatura de Juan Vivas a la Presidencia de la Ciudad.

 

La orientación del voto en Ceuta, tomando como referencia los resultados de las elecciones del 20 de diciembre, mantienen una “lógica” inspirada en criterios socioeconómicos con arreglo a los cuales las barriadas establecen sus preferencias políticas.

 En su informe “Crisis económica y desigualdad en un espacio fronterizo: las condiciones de vida de la población de Ceuta”, publicado a comienzos de este año por los profesores Carlos Rontomé y José Miguel Cantón, se apuntaba a la existencia de “dos ciudades” escindidas en función de sus niveles de renta y bienestar. La ciudad más desfavorecida incluiría, por ejemplo, núcleos residenciales y barriadas como Pasaje Recreo, Loma Colmenar, Miramar Bajo, Príncipe Felipe, Príncipe Alfonso, Benzú o República Argentina.

A grandes rasgos, esta descripción coadyuva a entender el comportamiento del voto según las barriadas.

Los resultados de las elecciones de 2015 dejaban constancia de la preeminencia del voto al PP en cinco de los seis distritos de la ciudad. Sin embargo, aglutinando el voto de las formaciones de centro-derecha, por un lado, y el de las progresistas de izquierdas, por otro, la ventaja de las primeras en las preferencias de los electores se limitaba a cuatro distritos.

 

Conservadores vs. progresistas

Los conservadores, afianzados fundamentalmente en el voto del PP, asientan sus reales en los distritos 1 (zona centro), 2 (San Amaro, Hacho y parte del centro) y 3 (Puertas del Campo, Puerto, Sardinero). Allí donde las diferencias con las fuerzas de izquierda son más acentuadas, esto es, en los distritos 1 y 3, fue, precisamente, donde el PP experimentó sus mayores pérdidas de voto hace seis mes. Pese a ello, los populares consiguieron cuadruplicar en sufragios a los socialistas, sus principales adversarios en estos distritos.

Las tendencias se modifican si se detiene la mirada en los distritos que agrupan las denominadas “barriadas periféricas”. Esto resulta particularmente evidente en el distrito 6 (Príncipe Felipe, Príncipe Alfonso y Benzú). Estas barriadas constituyen el único reducto donde el PSOE logró en diciembre superar a los populares, un logro que, además, alcanzó de manera holgada. La suma de los votos recogidos por las fuerzas de izquierdas llegó a triplicar a los de las conservadoras.

Rontomé y Cantón identificaron en su estudio a los núcleos poblaciones incluidos en este distrito como aquéllos donde se registran las tasas de riesgo de pobreza más elevadas de toda la ciudad.

La motivación a participar en las elecciones también varía desde la periferia al centro. Las barriadas Príncipe Alfonso, Príncipe Felipe y Benzú registraron la abstención más alta de toda la ciudad, con un índice superior al 50%. La abstención alcanzó en el conjunto de Ceuta el 45,7%. En la zona centro, no llegó al 36%.

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