“Ha sido muy duro tratar con las autoridades de ambas zonas fronterizas. Nos quedábamos en el bosque de la zona marroquí, escondidos en las cuevas, con miedo a que las autoridades nos vieran y nos volvieran a golpear bruscamente. Ahora, aunque nadie nos ha dicho qué pasará con nosotros, hemos cumplido nuestro objetivo y al menos, podemos respirar tranquilos”, cuenta Mohamed Ben Cherif, un inmigrante de 23 años de Costa de Marfil que ha sido repatriado dos veces desde Argelia.
Mohamed es uno de los nuevos inquilinos del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que esta mañana cumplimentaban los formularios y las correspondientes tarjetas que acreditan su hospedaje en las instalaciones.
Después de la entrada masiva, el Centro de Estancia Temporal se ha visto desbordado con la llegada masiva de 602 nuevos inmigrantes, de tal modo que han visto obligados a instalar 18 tiendas de campaña para hacer frente a esta situación, según informa los guardias de seguridad del establecimiento. Son 200 personas las que se encuentran en este momento en las tiendas, habiendo entre 12 y 24 inmigrantes en cada una de ellas.
A pesar de esta situación y de la firme creencia de muchos de los inmigrantes que llevan en el CETI más de 11 meses, no hay previsto ningún traslado a la Península.
