El número de personas que lograron solicitarla en Ceuta durante 2018 ascendió a 348

CEAR subraya la dificultad, "especialmente acuciante" en Ceuta, del acceso a la protección internacional

CEAR advierte de la falta de un protocolo a disposición de la Guardia Civil en Ceuta y Melilla que permita a los agentes identificar a aquellos migrantes con necesidad de protección internacional.

Un grupo de jóvenes aguardan a ser conducidos al CETI tras alcanzar la costa de Ceuta en una patera (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Un grupo de jóvenes aguardan a ser conducidos al CETI tras alcanzar la costa de Ceuta en una patera (C.A./ARCHIVO)

La dificultad en el acceso a la protección internacional resulta “especialmente acuciante” en Ceuta y en los puertos españoles. Ésta es una de las advertencias contenidas en el informe “Las personas refugiadas en España y Europa”, hecho público este martes por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Los activistas pro-derechos humanos sostienen su afirmación en la actividad desarrollada por la oficina de asilo que el Gobierno español inauguró en 2015 en el puesto fronterizo con Marruecos: ni una sola solicitud de asilo ha sido tramitada allí en estos años. Su homóloga en Melilla, sin embargo, dio salida el año pasado a 2.800 peticiones, formalizadas, fundamentalmente, por personas procedentes de Siria, Palestina y Yemen.

Las oficinas de Ceuta y Melilla siguen siendo un servicio al que los migrantes originarios de países subsaharianos no pueden acceder. “Así, de facto, como única manera de acceso al procedimiento de asilo, se les condena a arriesgar su vida para alcanzar el territorio español por mar o saltando el perímetro fronterizo”, constata CEAR en su informe.

CEAR advierte, además, de la falta de un protocolo a disposición de la Guardia Civil en Ceuta y  Melilla que permita a los agentes identificar a aquellos migrantes con necesidad de protección internacional. Según detalla el informe, organismos como el Comité Europeo de Prevención de la Tofrtura y Acnur ya han solicitado al Gobierno español que proporcione estas instrucciones a sus fuerzas de seguridad.

Aun así, el número de personas que lograron solicitar protección internacional en Ceuta durante 2018 ascendió a 348. Pese a ello, CEAR vuelve a hacer hincapié en el hecho de que estos solicitantes continúan viendo limitada su libertad de movimientos ya que el documento que les acredita como peticionarios de asilo subraya claramente que su validez se circunscribe al territorio de la Ciudad Autónoma.

Una de las reclamaciones planteadas a las autoridades e incluidas por CEAR en su informe alude, precisamente, a la necesidad de suprimir las restricciones a la libertad de circulación de los solicitantes de asilo en Ceuta y Melilla.

 

El caso de Said

En su documento, CEAR expone el caso de Said, un joven marroquí que a finales de 2017 solicitó asilo en Ceuta por la persecución a la que era sometido en su país de origen debido a su orientación sexual. Said se vio confinado en la ciudad y expuesto a las humillaciones de las que era víctima a manos de algunos de sus muchos compatriotas que transitan por la ciudad y, también, de otros migrantes acogidos en el CETI.

CEAR planteó ante la justicia la adopción de una medida cautelar para su traslado a la Península. En octubre de 2018, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid estimó la petición y, casi un año después de su llegada, el joven pudo salir de Ceuta.  

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