El Comité de la ONU contra la Tortura se ha declarado “seriamente preocupado” por las devoluciones sumarias que el Gobierno español desarrolla como práctica en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla.
Según el Comité, las denominadas devoluciones en caliente no consideran los riesgos que implica el retorno del inmigrante e impiden el acceso a los procedimientos contemplados para obtener el estatuto de refugiado. Estas son las conclusiones alcanzadas por las Naciones Unidas tras examinar el grado de cumplimiento de la Convención contra la Tortura en España.
Este procedimiento se acomete "sin una evaluación previa del riesgo de retorno e impide el acceso a los procedimientos de determinación del estatuto de refugiado", ha señalado el órgano de Naciones Unidas en sus observaciones finales tras examinar la manera en que España cumple con la Convención contra la Tortura.
Aunque muestra su consideración por el programa de reformas impulsado en los centros de estancia temporal de inmigrantes, el Comité no oculta su inquietud por “los altos niveles de hacinamiento" y "las deplorables condiciones materiales de sus instalaciones”. Todo ello constituye “una amenaza para la seguridad, la salud y la integridad física y psicológica de las personas internadas".
