TRAGEDIA DEL 6-F

Continúan hoy y mañana las declaraciones de los guardias por el 6-F

Continúan las declaraciones de guardias civiles en torno a la tragedia del 6 de febrero del pasado año. Un teniente, un sargento y dos guardias prestaron declaración el viernes en torno al dispositivo policial desplegado por la Guardia Civil en la playa de El Tarajal el 6 de febrero de 2014. Aquel día fallecieron 15 jóvenes inmigrantes.

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photo_camera Unos jóvenes subsaharianos se dirigen a un agente de la Guardia Civil, reclamando información./M.G.

Prosiguen las declaraciones de guardias civiles en torno a la tragedia del 6-F del pasado año, en la que murieron en las inmediaciones de la frontera del Tarajal 15 inmigrantes. Se acusa a mandos y agentes sin graduación del instituto armado de homicidio involuntario. Hoy y mañana están llamados a declarar en el Juzgado de instrucción número 6 de Ceuta ocho guardias civiles. Las previsiones son de que se nieguen a prestar declaración.

Según el diario.es, el último agente de la Guardia Civil llamado a declarar el viernes con respecto a lo ocurrido el 6-F, cuando murieron 15 inmigrantes cerca de la costa ceutí en el Tarajal, indica que "en el espigón ya se encuentran varios agentes de la unidad territorial. Algunos de ellos podrían ser de tráfico, puesto que vestían una cazadora amarilla reflectante como la uniformidad de los compañeros de tráfico", escribe Gabriela Sánchez en el periódico.

El capitán, que declaró el martes, admitió incluso que lanzó pelotas de goma al agua para de alguna forma enseñar a los agentes a sus órdenes cómo hacerlo. Ahora bien, se ha establecido por los testimonios que escucharon "detonaciones", que podrían haber provenido de Marruecos. En cuanto a las devoluciones, el capitán de la Compañía Rural indicó que "un inmigrante no llega a España hasta que no supera la cadena humana formada por los agentes de la Guardia Civil".

La atención de los medios de comunicación sobre las declaraciones de los guardias civiles imputados que intervinieron en el dispositivo policial que costó la vida a 15 inmigrantes el 6 de febrero del pasado año se ha enfriado. En la mañana del viernes estaba prevista la declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de un teniente, un sargento y dos agentes.Todos pertenecientes a los Grupos Rurales de la Guardia Civil, excepto un número adscrito a la Compañía Rural de Ceuta, que fueron los que dispararon las pelotas de goma en la zona en la que los inmigrantes que trataban de llegar a la playa de Ceuta murieron tratando de alcanzar la costa. Quince personas fallecieron al tratar de alcanzar a nado el litoral ceutí.

Las declaraciones comenzaron el martes en el Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta, con la deposición del capitán de la Compañía Rural, que respondió a todas las preguntas que le fueron formuladas. Otros tres agentes se negaron a declarar.

El viernes por la mañana  eran muy escasos los medios presentes desde primera hora: ceutaactualidad, televisión española, y dos periódicos locales, además de la cadena SER si bien desde eldiario.es se haa seguido muy de cerca los acontecimientos, con información de primera mano desde Madrid. 

La juez, María del Carmen Serván, pretende establecer la relación que pudo existir entre el uso de material antidisturbios por los agentes y el fallecimiento de los inmigrantes. El capitán de la Compañía Rural negó el martes haber sido quien ordenó que se disparasen las pelotas de goma que se lanzaron en dirección hacia donde nadaban los inmigrantes. Los otros tres guardias se acogieron a su derecho a no declarar.

El teniente imputado, jefe de los GRS, ha reconocido su trabajo en la organización de als actuaciones. Dice que tras recibir el aviso de que había un grupo de inmigrantes, prestos a entrar, ordenó a los GRS de su unidad regruparse y ponerlos en disposición de utilizar el matrial antidisturbios.

También declaró el sargento, quien dijo que se encontraba a las órdenes del teniente y que transmitió las órdenes de que utilizasen medios teniendo la "certeza absoluta" de que no iban a dañar a personas al usarlos.En todo caso, ellos querían tener la certidumbre de que las pelotas de goma iban a impactar en el agua, no sobre personas.