La entrada de 187 jóvenes subsaharianos por el paso fronterizo de El Tarajal ha sumido en la perplejidad a las autoridades españolas. En torno a las cinco de la mañana, los migrantes entraban a la carrera en territorio español después de haber burlado la vigilancia de las fuerzas de seguridad marroquíes.
El grupo cruzaba la frontera sin oposición por las mismas puertas por las que a diario transitan miles de personas bajo control policial. Mientras, la Guardia Civil, que permanecía alertada por el movimiento de los migrantes del otro lado de la frontera, se desplegaba en el perímetro fronterizo junto al tramo que discurre por la zona de Finca Berrocal. “No han sido detectados a tiempo: algo ha debido de fallar”, reconocía esta mañana el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, quien ha anunciado que la Delegación abrirá una investigación sobre las circunstancias en las que se ha producido el incidente.
La impetuosa entrada de los subsaharianos ha ocasionado heridos entre los migrantes y los policías. El de mayor gravedad es un agente de la Policía Nacional que ha sufrido una rotura de tibia y peroné, de la que será intervenido quirúrgicamente mañana martes. Otros dos policías y cinco migrantes han sido atendidos en el Hospital Universitario por heridas leves. Entre éstos últimos figura un joven que ha sufrido una rotura de muñeca propiciada por una caída.
Los subsaharianos entraron entre gritos y cánticos en la ciudad hasta alcanzar la barriada Juan XXIII. La Policía consiguió concentrarlos en la explanada de El Chorrillo, desde donde los condujo al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). La mayoría de los recién llegados son nacionales de Guinea Conakry. Entre ellos figuran dos menores de edad.
(Vídeo: Facebook Brahim Al-Lal Ahmed)
