La muerte de 15 personas el 6 de febrero de 2014 cuando intentaban alcanzar a nado la playa de El Tarajal fue el resultado de un accidente. Así lo ha valorado esta mañana el portavoz del Gobierno de la Ciudad, Jacob Hachuel, para justificar que los poderes públicos no hayan adoptado ninguna medida para evitar que puedan reeditarse tragedias como ésta en un futuro. “Los accidentes son difícilmente previsibles, y de lo que estamos hablando es de un accidente”, ha mantenido el representante del equipo de gobierno.
Antes de ofrecer esta interpretación de los sucesos del 6 de febrero, Hachuel había celebrado ante los periodistas el auto de la juez María del Carmen Serván por el cual queda archivado el procedimiento abierto contra 16 guardias civiles, imputados por la comisión de presuntos delitos de homicidio involuntario y lesiones. El consejero ha descrito el sentimiento con el que los miembros del Gobierno local han recibido la noticia del sobreseimiento de la causa como de “profunda alegría”. “Nos alegramos por los guardias civiles y sus familias, por la Guardia Civil y por España”, ha sentenciado.
El portavoz ha considerado innecesaria la apertura de una investigación auspiciada por los poderes públicos para determinar las circunstancias que rodearon la tragedia. “Este tema se ha terminado”, ha zanjado Hachuel.
Alegría en la Delegación de Gobierno
Minutos antes de la comparecencia ante los medios del portavoz municipal, el delegado de Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, ratificaba las palabras del ministerio del Interior, Jorge Fernández Díaz, a propósito del archivo de la causa. “El archivo de la causa es motivo de satisfacción y alegría, sobre todo pensando en los 16 guardias civiles implicados y en sus familias, así como en la imagen de la institución”, celebraba el delegado, quien ha asegurado que la resolución judicial exonera de toda responsabilidad a los agentes. “Los argumentos del auto son contundentes”, ha concluido.