El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, ha indicado que las fuerzas de seguridad del Estado calculan que entre 1.800 y 2.000 personas, inmigrantes, se encuentran en las inmediaciones de la frontera de Marruecos con la ciudad prestas a cruzarla.
Son datos que el Gobierno maneja según las evaluaciones y estimaciones realizadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No obstante, añade que se trata de un flujo permanente de forma habitual y que la cantidad de personas no es estable.
En cuanto al rechazo de inmigrantes, como ocurrió ayer en la valla de Benzú, indica que la entrada en suelo español no se puede realizar saltando una frontera. No se acepta, apunta tajante.
El caso concreto de la persona que accedió a nado, con traje de neopreno, por la citada zona, se debió, su aceptación, en base a razones humanitarias: padecía hipotermia, de forma que se le trasladó al hospital. Está bien. Se le ha tratado hasta que remitieron los síntomas.
Francisco Antonio González Pérez destaca la importancia de combinar el control de la frontera y el hecho de preservar los derechos humanos, algo que es un equilibrio muy fino el que hay que lograr: es importante que se entienda la visibilidad de la frontera y que no haya desamparo para las personas, afirma.
Por otra parte, el representante gubernamental en Ceuta señala que en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad hay actualmente acogidas 580 personas, muy por encima del ratio habitual, aunque advierte que todas las semanas se producen o bien traslados a la península o bien expulsiones, directamente.
También se refiere a la situación en lo que se denominará Tarajal 2, la nueva zona de trásito en la frontera, y que está destinada fundamentalmente a porteadores. El principal objetivo, explica el delegado del Gobierno, es que no se produzcan avalanchas, que no haya muertes. Subraya la colaboración de la Ciudad Autónoma en este aspecto, y adelante que todos los esfuerzos están destinados en esta línea, para que por fin dejemos de ser un espectáculo.