Existen 20 garitas de vigilancia, que no se pueden cubrir por la falta de efectivos, dice EuroCOP

La Guardia Civil usa, en ocasiones, solo 3 efectivos para vigilar toda la valla

La falta de efectivos que tiene la Guardia Civil en Ceuta ha provocado en ocasiones que en algunos turnos, la vigilancia del perímetro de la valla se haya llegado a realizar únicamente por tres agentes, según se precisa en el informe realizado por EuroCOP y que ha sido remitido al Parlamento y al Consejo Europeo.

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photo_camera La falta de efectivos de la Guardia Civil provoca que no se pueda cubrir la vigilancia del perímetro (C.A.)

En el documento, al que ha tenido acceso Ceuta Actualidad, se explica que el perímetro fronterizo de Ceuta está compuesto de vallas paralelas de 6 metros de altura con alambres dotados de concertinas en la parte superior.  En el mismo existen 20 garitas de vigilancia, que no se pueden cubrir por la falta de efectivos, “en algunos turnos, la vigilancia perimetral de la valla se ha llegado a realizar por únicamente por 3 efectivos”, se dice en el informe.

Además para la vigilancia también se cuenta con una red de sensores electrónicos de ruido y movimiento. La valla está equipada con luces de alta intensidad, videocámaras de vigilancia y equipos de visión nocturna, siendo el COS el que lleva el control de las alarmas de todo el perímetro.

A juicio de EuroCOP, la valla no resulta eficaz ante los saltos masivos y la concertina no impide que los inmigrantes puedan saltarla, aunque sí ralentiza la acción. “Ni las cámaras ni la vigilancia in situ, debido a una profunda vaguada en el territorio marroquí, detectan a los grupos hasta que no están prácticamente al pie del vallado”, se asegura en el informe

Ello provoca que cuando los inmigrantes se aproximan a la valla, apenas hay tiempo para reaccionar y, una vez en la misma, según informaron los agentes a los miembros de EuroCOP que se desplazaron a Cuta, “tardan unos dos minutos y medio en saltarla, trepando ayudados de garfios y zapatos de clavos para superar la alambrada coronada por la concertina de cuchillas, de la que intentan salir ilesos llevando diferentes capas de ropa para protegerse”, se explica en el informe.

Los testimonios de los agentes aclaran que los saltos están organizados, y a la hora de llevarlos a cabo se han observado diferentes funciones entre los inmigrantes. Unos rompiendo los cierres de las puertas habilitadas en la verja para su mantenimiento, que otros abren a mazazos, mientras los hay que repelen a las fuerzas de seguridad con pértigas metálicas entremetidas en la alambrada a modo de lanzas, “que han atravesado escudos y al menos un casco de los guardia civiles”.  También se detalla que los agentes se encuentran en inferioridad numérica y sin medios adecuados para repeler las agresiones, que se realizan con bates, palos, piedras y fluidos corporales (los inmigrantes escupen, orinan, amenazan con la sangre de sus heridas a sabiendas del miedo a enfermedades contagiosas), se manifiesta en el informe.

 

Mucha violencia

En el documento, que está fechado en el mes de septiembre, se da cuenta de los últimos asaltos masivos registrados este verano, el del pasado 26 de julio, en el que accedieron a Ceuta 602 migrantes, y el registrado el 22 de agosto, en el que alrededor de 200 subsaharianos lograron saltar la valla fronteriza que separa Ceuta de Marruecos, en un asalto en el que siete guardias civiles resultaron heridos.

En el documento se da cuenta de la violencia utilizada por los migrantes es estos saltos. Así se detalla que los mismos utilizaron radiales eléctricas, cizallas y mazos para cortar los mallazos de protección exterior e interior de la valla. Posteriormente, intentaron repeler a los agentes con material defensivo como escudos, protectores corporales artesanales y ofensivos, lanzando de manera virulenta a los agentes recipientes de plástico con excrementos y cal viva, espray a modo de lanzallamas, piedras y palos y, una vez en territorio español lanzaron piedras a los agentes de Guardia Civil.     

La vigilancia perimetral de la valla es competencia de la Guardia Civil. Actualmente cuentan con el refuerzo de dos MIR de GRS para el turno de noche, que son unos 18 agentes.  Pese a ello, los agentes han explicado a EuroCOP que todo el apoyo y refuerzo que tienen cuando se produce un salto a la valla es el de la policía marroquí y que es imprescindible la eficacia con la que los agentes de la Gendarmería marroquí realizan la vigilancia de la zona perimetral en su territorio para evitarlos. Los agentes han insistido en la importancia de que actualmente están a expensas de la voluntad de colaborar del Gobierno del país vecino.

Medios materiales

En cuanto a los medios materiales, en el informe se destaca que en 2014 se prohibió el uso de los medios antidisturbios, por lo que los agentes han hecho llegar a los miembros de EuroCOP su petición de que se establezca un protocolo de actuación claro. Es imprescindible que se dote de medios materiales para la protección personal de los propios agentes, así como el establecimiento de los equipos de protección individual necesarios.

Los inmigrantes esperan en grupos numerosos en los montes cercanos a la frontera aguardando el momento propicio para dar el salto. La situación de infradotación personal y material para las fuerzas de seguridad encargadas de custodiar la frontera hace que a duras penas puedan controlar los ocho kilómetros del perímetro fronterizo ceutí, se conclusiona en el informe.