El Gobierno ha vuelto a hacer uso por tercera vez del acuerdo bilateral suscrito en 1992 con Marruecos para devolver este lunes al país vecino a 55 migrantes que este domingo habían entrado en la ciudad franqueando la valla fronteriza de Melilla en un grupo integrado por 209 personas, una de las cuales murió en el intento. El resto de los extranjeros que lograron acceder a la ciudad, de los cuales 140 han formalizado solicitud de asilo, permanecen en la ciudad autónoma. Tres de los migrantes no han alcanzado la mayoría de edad y otra decena se recupera actualmente de las heridas sufridas durante el salto al cercado.
De este modo, Interior insiste en emplear el acuerdo con Marruecos que desempolvó el pasado 23 de agosto cuando expulsó de Ceuta a 116 migrantes que el día anterior habían entrado irregularmente en la ciudad a través de la valla.
Las autoridades españolas ya dieron el visto bueno el pasado domingo a la deportación de otros 24 extranjeros que el sábado habían conseguido desembarcar en las islas Chafarinas.