El número de solicitudes de asilo formalizadas en Ceuta durante 2016 alcanzó los 220, según los datos facilitados por el Gobierno como respuesta a una interpelación redactada por el senador de Bildu, Jon Iñarritu. Según esta información, que el ejecutivo presenta como no definitiva, la práctica totalidad de las solicitudes (204) fueron presentadas por ciudadanos argelinos. El resto se repartió entre cameruneses (2), guineanos (3), malienses (1), marroquíes (8), saharauis (2) y venezolanos (1).
El hecho de que los argelinos engrosen el grupo mayoritario de solicitantes no resulta casual. Estos migrantes han protagonizado diversas concentraciones de protesta a lo largo de los últimos meses por la indefinición de su situación legal en la ciudad. Los argelinos se consideran discriminados frente a los subsaharianos y reclaman autorización para circular por el resto del territorio nacional.
Los migrantes procedentes de países del África subsahariana suelen renunciar a formalizar las peticiones de asilo ante la certeza de que la prolongada tramitación del expediente les obligaría a permanecer en la ciudad un periodo de tiempo excesivamente largo. La mayoría aguarda a que la sobreocupación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) les ofrezca la oportunidad de ser trasladados a la Península en un plazo razonablemente breve.
