El nuevo CETI: El centro acoge a antiguos menas después de perder 500 migrantes en un año

De los 150 migrantes acogidos en las instalaciones unos 30 son antiguos menores tutelados por la Ciudad que han cumplido 18 años. 

Instalaciones del CETI (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Instalaciones del CETI (C.A./ARCHIVO)

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ya no es lo que era. Atrás quedan esas instalaciones desbordadas por más de mil migrantes, la mayoría de ellos subsaharianos. Atrás quedan las numerosas salidas hacia la Península de sus residentes para iniciar una nueva vida.

La pandemia también ha cambiado el concepto de un centro en el que actualmente conviven unos 150 migrantes, la mayoría marroquíes y argelinos. Solo queda un subsahariano.

La gran novedad son los nuevos residentes. Desde hace unos meses el CETI acoge antiguos menores extranjeros no acompañados tutelados por la Ciudad que han cumplido la mayoría de edad. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, la Ley obliga a proteger a este colectivo. En su mayoría son solicitantes de asilo y colectivos vulnerables que no pueden quedar en la calle por razones humanitarias.

El 20% de los actuales residentes pertenecen a este último colectivo. Es decir, de los 150 migrantes que viven en el CETI 30 son antiguos menas.

Desde el inicio de la crisis sanitaria el CETI se ha blindado y no permite la entrada de los migrantes que acceden a Ceuta por seguridad. El protocolo que están siguiendo estas personas consiste en guardar una cuarentena en el antiguo hospital de la Cruz Roja y luego pasar a unas naves habilitadas en El Tarajal. Esto ha provocado que la capacidad del centro descienda hasta niveles históricos ya que aunque en grupos muy reducidos se han producido algunos traslados a la Península.

El CETI comenzaba 2020 con una capacidad superior a su número total de plazas establecido en 512. En total en el centro había 650 migrantes: 288 argelinos, 263 subsaharianos y un centenar de otras nacionalidades.

En marzo, justo antes de la crisis sanitaria, el Centro de Estancia Temporal seguía acogiendo a más de 600 migrantes. Diez meses después el número de residentes se ha reducido drásticamente. Habrá que esperar para comprobar si una vez pasada esta maldita pandemia el CETI recupera su esencia.