“¿Hasta cuándo los emigrantes serán tratados como asaltantes por las fuerzas del orden y por los medios de comunicación?”. El obispo de Tánger, Santiago Agrelo, se ha sumado a las voces críticas con las escenas vividas este fin de semana en la valla de Ceuta. El religioso censura la actitud de la prensa y de las autoridades a la hora de presentar los intentos de entrada de los jóvenes migrantes en la ciudad.
“Hablamos de tranquilidad en el perímetro fronterizo, si a él no se acercan los subsaharianos. ¿Tranquilidad? ¿Tienen tranquilidad los subsaharianos que han de mendigar el pan y el agua en el lado marroquí de ese perímetro tranquilo? Supongo que tendrá mil motivos para estar tranquilo el periodista que esto escribe”, escribe Agrelo.
El obispo atribuye los vetos a la emigración de los jóvenes a un “poder brutalizado” y califica las vallas de Ceuta y Melilla de “vallas infames”. “¿Será que los africanos tienen, por haber nacido en África, menos derechos que los hijos de nuestros políticos y nuestros informadores? Mientras en las calles de nuestros pueblos acotamos los espacios para el botellón, en las fronteras, los pobres han de jugarse la vida -y perderla- para comer un pan en tranquilidad”, concluye nota.
