200 dirhams (unos 18 euros) es la tarifa que las mafias exigen a los migrantes que tratan de franquear las vallas de Ceuta y Melilla. Ésta es la estimación contenida en un informe confidencial de la Guardia Civil según una información publicada por el diario “El País”.
Conforme a los detalles ofrecidos por el rotativo madrileño, las mafias ofrecerían su “protección” a los migrantes y se encargarían de dilucidar los conflictos que pudieran plantearse en el seno del grupo aplicando castigos.
“El País” revela cómo son los grupos mafiosos los que deciden el día, lugar y hora en el que habrá de producirse el salto, una resolución que se apoya en el envío de “exploradores” a la zona para inspeccionar el despliegue policial junto a la frontera.
El día del salto, los migrantes son desprovistos de sus teléfonos móviles, que no les son devueltos hasta que no se aproximan a la valla. Allí, según la Guardia Civil, ofrecen instrucciones sobre cómo proceder para intimidar a los agentes con piedras, palos, excrementos, ácido y cal viva.
Si el salto acaba en fracaso y transcurre más de un mes, los migrantes deberán volver a abonar 200 dirhams.