La inmigración sigue siendo un problema con mayúsculas para Ceuta. Sin embargo, la presión migratoria que padece la ciudad va girando según pasan los años.
Durante 2018, 2.433 migrantes han entrado en Ceuta utilizando la vía marítima y la terrestre. Casi 200 personas menos que el año pasado.
Si antes la vía terrestre era la más utilizada, ahora los migrantes optan por la vía marítima dadas las dificultades que están encontrando para saltar la valla que separa Ceuta y Marruecos.
Así los reflejan las cifras. Este año, 457 migrantes han alcanzado Ceuta en 45 embarcaciones, frente a los 239 que lo hicieron en 2017.
Por tierra el número ha disminuido. En 2018, 1.923 migrantes han llegado a la ciudad, hace un año el balance era de 2.018.
La presión que está ejerciendo Marruecos está evitando que los migrantes accedan a Ceuta a través del perímetro fronterizo o franqueando la valla. Prueba de ello es que desde julio no se produce una entrada masiva. En agosto se produjo otra muy numerosa pero todos los migrantes fueron devueltos al país vecino debido a la violencia que utilizaron contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Una práctica que el Gobierno va a seguir utilizando siempre que lo vea conveniente.
Estos hechos han provocado que las mafias guíen a los migrantes a elegir la vía marítima para llegar a territorio español.
Retos migratorios para 2019
Reducir los residentes del CETI: Mientras unos migrantes llegan a la ciudad otros van saliendo del CETI rumbo a la Península. Casi todas las semanas, un grupo de residentes abandona el centro provocando que las instalaciones se vayan vaciando poco a poco.
En estos momentos, el CETI presenta datos históricos de ocupación. Hacía años que las instalaciones no acogían a un número de residentes tan reducido.
Adiós a las concertinas: En junio, el ministro del Interior, Grande Marlaska anunciaba la intención del Gobierno de retirar las concertinas de la valla. Una medida que tuvo sus seguidores y detractores. Seguidores como el propio presidente del Gobierno, Amnistía Internacional o el Defensor del Pueblo y detractores como el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que pidió que se consultara a policías y guardias civiles antes de retirarlas.
De momento, se desconoce cuándo se va a llevar a cabo esta medida pero ya se estudian alternativas a las "cuchillas".
¿Se acabarán las devoluciones en caliente?: También en el mes de junio, el Gobierno traslada al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo su intención de estudiar el fin de las devoluciones en caliente de inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, prácticas por las que España iba a ser juzgada en julio.
El primer paso ha sido comunicar que revisará el recurso que el anterior Ejecutivo presentó contra la sentencia que condenaba a España por realizar estas prácticas, en concreto por el caso de dos subsaharianos en Melilla.
De momento, se desconoce qué ocurrirá con las devoluciones lo que sí es cierto que la última, y más numerosa, se produjo en agosto cuando el Gobierno devolvió a Marruecos los 200 migrantes que habían conseguido franquear el vallado.
