SEGúN DETALLA UN AUTO DE LA AUDIENCIA NACIONAL

Una red yihadista con base en El Príncipe captaba jóvenes con "deficiencias mentales" para el Daesh

Un auto del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, sitúa como heredero de este grupo, desarticulado en 2013, a un hombre que resultó detenido por reclutar a menores para la organización terrorista utilizando las instalaciones del Centro Cultural Islámico Imam Warsh. 

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photo_camera Vista de la barriada El Príncipe/ A.S.

La captación de jóvenes con “graves deficiencias mentales y médicas” y de menores era el objetivo de una red yihadista asentada en El Príncipe, según refleja un auto dictado por el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, cuyo contenido ha sido difundido por la agencia Europa Press. Este grupo, que extendía su influencia a la vecina Castillejos, reclutaba a sus prosélitos para enviarlos a los campos de batalla de Siria e Irak, donde acabarían enrolados en las filas de la organización terrorista Daesh.

La red, a la que se atribuye el envío de los primeros españoles llegados a las zonas de conflicto de Oriente Medio, fue desarticulada en junio de 2013.

La naturaleza de las actividades del grupo se detalla en la resolución judicial dictada por el juez Velasco por la que se procesa a Youssef Mohamed Tuileb como presunto heredero de la red desarticulada hace tres años. Velasco precisa que el investigado se dedicaba a la captación de mujeres jóvenes “con problemas de adaptación familiar”, para lo cual utilizaba sus relaciones con el Centro Cultural Islámico Imam Warsh, ubicado en la Cuesta Parisiana.

"En ese centro y sus alrededores es donde principalmente desarrollaba estas labores Youssef Mohamed Tuileb, siendo al mismo tiempo donde más seguridad encontraba, ya que alguno de sus hijos acudía a recibir clases", reza el auto cuyo tenor ha sido revelado por Europa Press.

El teléfono móvil del procesado contenía grabaciones que revelaban su pertenencia a grupos de mensajería instantánea que estarían integrados por distintos individuos conocidos entre sí que solían frecuentar el Imam Warsh. El auto judicial cita entre ellos al tesorero del centro.

Según el juez, las conversaciones desvelan “cierta clandestinidad y secretismo”. Mohamed Tuileb habría sido visto en diversas ocasiones abandonar el centro de madrugada en compañía de otros individuos. Uno de los hermanos del procesado figura como directivo del Imam Warsh.

 

Una pistola para una menor

Según el auto, el procesado habría comprado una pistola de fogueo a una menor a la que había conocido a las puertas del centro y sobre la que mantuvo una conversación sobre la yihad. Junto al arma, adquirió “ropa islámica” pues "no quería verla vestida con ropa normal".

La joven habría estado haciendo prácticas de puntería en el monte junto a Mohamed Tuileb durante cinco meses. La resolución explica que el hombre acompañó a la menor hasta Martil para presentarle a algunos presuntos miembros de la organización. "El adoctrinamiento llevó aparejado el castigo físico ante determinadas infracciones de comportamiento", relata el juez.

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