La inmigración sigue siendo un problema con mayúsculas para Ceuta. Sin embargo, la presión migratoria que padece la ciudad va girando según pasan los años. Ahora el foco de atención está en los menores extranjeros no acompañados cuya cifra se ha incrementado un 70% en los últimos cuatro meses, tras pasar de 250 a 420. “Esta cifra significa multiplicar por 7 la capacidad del centro de acogida”, explicaba el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en una comparecencia de prensa.
“Colapso” y “emergencia” fueron algunos de los términos utilizados por Vivas para describir la situación actual. “No hay más capacidad de acogida, estamos en una situación de absoluto colapso: Ceuta está sometida a una presión que no puede soportar”.
La solución definitiva del Gobierno sigue siendo devolver a los menores a Marruecos con sus familias. Mientras esto ocurre, Vivas pide ayuda al Estado para buscar alternativas como "promover una iniciativa para exigir al Gobierno central que traslade a centros asistenciales de la Península a todos los menores que las instalaciones de acogida de la ciudad no pueda recibir".
Para 2020, el Estado tiene previsto un cambio de modelo para acoger a estos menores. Tal y como adelantó Ceuta Actualidad, el proyecto introduce cambios muy relevantes en la tutela de estos menores porque "sería el Estado el que se haría cargo de la primera acogida, en cuanto llegan a España, antes de derivarlos a las Comunidades Autónomas para que haya un reparto más equilibrado".
Esa derivación se haría en función de indicadores como la población, ingresos y número de menores acogidos que ya atiende cada autonomía, aunque siempre deberá primar el interés superior del menor.
Balance migratorio 2019
El número de migrantes adultos que lograron entrar en Ceuta de manera irregular entre el 1 de enero y el 15 de diciembre pasados descendió un 20,3% con respecto al mismo periodo del año pasado, según datos facilitados por el Ministerio del Interior.
Las cifras revelan un incremento del número de extranjeros que lograron acceder a la ciudad por vía marítima. 573 migrantes llegaron a Ceuta a bordo de una embarcación a lo largo del año frente a los 457 que lo hicieron en 2018.
Por el contrario, los datos constatan una caída en las entradas por vía terrestre: 1.322 frente a las 1.923 del año pasado.
La última entrada masiva por tierra se produjo en el mes de agosto cuando 155 migrantes consiguieron acceder a la ciudad por el paso fronterizo de Benzú. Los férreos controles en la frontera del Tarajal y a lo largo del vallado hicieron a los migrantes cambiar su zona habitual de acción.
La última entrada masiva por Finca Berrocal, cerca del Tarajal, se produjo en agosto de 2018. Un total de 116 indocumentados logró acceder a la ciudad, pero todos salvo tres menores de edad fueron devueltos al día siguiente a Marruecos aplicando un Tratado de Readmisión de 1992. Estas devoluciones tan numerosas no han vuelto a producirse.
Retos migratorios para 2019
Adiós definitivo a las concertinas: El pasado 3 de diciembre comenzaron por fin los trabajos de retirada de las concertinas de la valla. Unas labores que se prolongarán durante los próximos 10 meses y que consistirá en mejorar las zonas más vulnerables de este vallado, sustituyendo las cuchillas por otros medios menos agresivos. El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska anunció durante su visita a la ciudad la retirada de las concertinas y la elevación de la valla hasta los diez metros en determinadas zonas.
Frontera inteligente: La frontera inteligente será una realidad en 2020. El objetivo es tener controladas a todas las personas que entren y salgan de la ciudad a través de un reconocimiento facial. De esta manera, según Delegación del Gobierno el tránsito será más ágil. A esta iniciativa se le sumarán otras mejoras en la frontera que permitirán modernizar la infraestructura.
