Unicef ha alertado de “la creciente estigmatización y criminalización” de la que son objeto los menores extranjeros no acompañados que deambulan sin residencia fija por las calles de Ceuta y Melilla. Los responsables del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia constatan este hecho en su estudio “Los derechos de los niños y niñas migrantes no acompañados en la frontera sur española”. El informe es el resultado de un trabajo desplegado durante un mes en Andalucía, Ceuta y Melilla.
El documento detalla las preocupaciones planteadas por el Comité de los Derechos del Niño a España, entre las que cita las condiciones “deficientes” de recepción y alojamiento en los centros, la falta de libertad de circulación de los niños solicitantes de asilo y sus familias desde Ceuta y Melilla y la práctica de la devolución automática de niños desde las ciudades autónomas a Marruecos sin las necesarias garantías.
Movilidad y competencias
En su argumentación, el informe subraya las limitaciones a la movilidad que se imponen a los menores que acceden a las dos ciudades autónomas desde Marruecos. Unicef mantiene que este confinamiento obligado genera entre los niños y adolescentes “una situación de espera con gran incertidumbre”. “De ahí que cada año haya un número de niños que fallecen o sufren accidentes en el intento, en particular, al querer sortear las vallas, muros y otros obstáculos colocados para impedir que haya personas que suban irregularmente a las embarcaciones”, sostiene el estudio. Unicef precisa que, en todo caso, la movilidad de estos menores por el resto del territorio nacional debería producirse al amparo de un sistema de protección integral y articulado.
El informe ampara los debates abiertos por los gobiernos autonómicos en torno a las competencias sobre los menores, aunque advierte de que estas controversias no pueden traducirse en la inaplicación de las obligaciones que caben a las autoridades en materia de protección.
Unicef denuncia la situación de desprotección que padecen los niños inmigrantes en España. Según cuantifica el estudio, hasta finales de 2018 habían llegado a territorio español, vía marítima a través de la frontera sur 6.063 niños no acompañados, un dato que supone un incremento del 103% con respecto a 2017.
