El consejero de Fomento, Néstor García, no quiere pillarse los dedos y tras el incumplimiento en las fechas dadas para aprobar de forma provisional el PGOU, ha cambiado de estrategia, por una opción personal, y no va a dar ninguna fecha aunque si ha marcado un espacio temporal: antes del final de la actual legislatura. García ha explicado que los retrasos que se han producido no han sido por su culpa “sino que han sido los técnicos quienes han pedido más tiempo”.
García entiende arquitectos, abogados y promotores estén preocupados por los continuos aplazamientos pero “yo soy el primer interesado en que el PGOU se apruebe cuando antes. Estoy dedicando todos mis esfuerzos a este asunto”. Entre los motivos que han llevado a estos retrasos el consejero ha aludido a querer hacer un plan “más moderno y digitalizado” o a matizar los informes sectoriales para no dejar ningún cabo suelto por el que Madrid pueda echarlos para atrás “y retrasar más aun la aprobación inicial”. Ahora se está trabajando en la demarcación de carreteras, en la línea edificatoria de las carreteras nacionales y en un nuevo vuelo de la ciudad, realizado este mismo año y que sustituye al de 2014, “donde ni siquiera aparecía el Hospital”.
Por otro lado, García ha defendido el proyecto de la Gran vía, tan criticado por la oposición, a asegurando que del total del presupuesto del Plan de Barriadas el centro “solo se lleva un 10%. El centro lo disfrutamos todos y también tiene derecho”, concluye.