Arroyo, una parada obligada desde hace generaciones

Juan Arroyo es la tercera generación que vive al pie del viejo mostrador de un local donde el alicatado respira aún la esencia del Barrio de O'Donnell y el ambiente alegre y bullanguero que siempre tuvo.

El establecimiento “Ultramarinos Viuda e Hijos de Juan Arroyo” es un referente en la historia viva de los locales que se denominaban "chicucos", nombre con el que se conoce en Andalucía a los montañeses que idearon los toneles y bodegas estilo añejo, con su característica exposición de embutidos.  Nombrar a Juanito Arroyo es viajar a 1949, llegar a la Avenida Doctor Marañón bajando el Hospital Militar, o subiendo al Morro, según se mire. Una parada obligada durante décadas para echarse un chatillo al coleto.
Juan Arroyo es la tercera generación que vive al pie del viejo mostrador de un local donde el alicatado respira aún la esencia del Barrio de O'Donnell y el ambiente alegre y bullanguero que siempre tuvo. En el rincón del establecimiento se conserva  la jarra con la que se servían los vasos que, incluso, llevaban grabados los nombres de los clientes más asiduos. Y, de acompañamiento, una rutilante tapa que consistía en un pellizco de pan con un trozo de embutido al más puro estilo campero.

El tiempo no pasa por los rincones del local ni se concibe la Avenida Doctor Marañón sin la obligación de detenerse a tomar un vinito en casa de Juanito Arroyo.

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