Los usuarios del parque de perros vuelven a denunciar el mal estado en el que se encuentran estas instalaciones que se inauguraron, tras meses de protestas, en 2011. En estos años el mantenimiento del parque, situado en los bajos de la Marina junto al helipuerto, ha brillado por su ausencia. “Es fundamental que en una zona donde hay tantos perros al cabo del día la limpieza sea diaria porque las papeleras están a rebosar y aquí nadie viene a vaciarla”, explica a Ceuta Actualidad la vicepresidenta de la asociación Amigos de los perros, Esther Celadera, quien cifra en más de una treintena los canes que a diario juegan en la instalación. Otro problema añadido a las papeleras es que estas no son las especiales para depositar los excrementos de los perros, ni tienen dispensador de bolsas. “Las papeleras son como las que hay por la calle y claro, el olor es horrible y las moscas incomodísimas y más ahora que se acerca el calor”, añade. Al parecer con la entrada en funcionamiento del último Plan de Empleo las papeleras se están vaciando con mayor asiduidad. “Ahora que vamos a salir en prensa seguro que se ponen las pilas para perder la batería en nada”, teme Celadera.
A esta falta de limpieza hay que añadir los materiales utilizados en el suelo. Se trata de una gravilla que daña las almohadillas de las patas de los perros. “Solicitamos al ayuntamiento que lo cambiara pero ni caso. Además, al recoger los excrementos de los perros te llevas parte de la gravilla y hay zonas donde se ve el hormigón porque aquí nadie viene a reponer la arena después de un levante o cada cierto tiempo”. De hecho, hace un mes desde la asociación se pusieron en contacto con el ayuntamiento quien les aseguró que el suelo se iba a cambiar pero no confían demasiado en este compromiso y menos dada la cercanía de las elecciones.
La vegetación en el parque también está ausente. Según cuenta Celadera, hay dos árboles “pero están secos porque nadie los cuida y hierbajos por todos partes”.
A la sombra de la marquesina
En dos asuntos el Ayuntamiento sí les ha escuchado. Por un lado, en delimitar dos zonas dentro del parque de perros, una para todos los canes en general y otra para perros no socializados o perras en celo y en poner sombra en el parque. En cuanto al espacio destinado para perras o canes poco socializados los dueños no han podido usarlo porque “hasta hace poco estaba siendo utilizada como almacén. Había ruedas de colores usadas en la feria, carpas, hierros…” El otro asunto que ha sido tenido en cuenta es el de la sombra. “Se han colocado dos marquesinas de autobús con un banco para poder estar guarecidos de la lluvia o del sol”, explica la vicepresidenta, que sabe que aunque no sea la mejor opción “algo es algo”.
El problema del parque de perros es el cruce de competencias. La Ciudad dice que es cosa del puerto mientras que el puerto echa los balones al tejado de la Administración y como ocurre siempre en estos casos, por unos o por otros y la casa sin barrer. “Tenemos las manos atadas porque mientras ellos no se pongan de acuerdo poco podemos mejorar. Hace unos días llame para que vinieran a desinfectar la zona pero como el parque no está limpio no pueden trabajar y así estamos y el calor apretando”, concluye Celadera.
