El proyecto para la instalación del cable submarino que garantizará mediante la conexión con la Península una estabilidad del suministro eléctrico a la ciudad sigue encontrando obstáculos. Tras la polémica suscitada con el Ayuntamiento y los vecinos de La Línea, que se negaban a albergar en su municipio la subestación que debe dar cobertura al cable con Ceuta, ahora es el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Box, el que ha alzado la voz.
Las modificaciones en el proyecto introducidas por Red Eléctrica Española (REE) planteaban, en lugar de la construcción de una nueva subestación en los terrenos linenses de Los Portichuelos, la ampliación de la subestación ya existente en Puente Mayorga. Esta misma semana, el alcalde sanroqueño ha recordado que la ampliación exigiría una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio que debería ser refrendada por el pleno del Ayuntamiento. “Y no prosperará porque existe unanimidad de los grupos políticos en su rechazo”, ha advertido Ruiz Boix.
La negativa del municipio campogibraltareño es hija de la experiencia. La barriada de Puente Mayorga, en el centro del asentamiento industrial de la comarca, arrastra décadas de episodios de contaminación y agresiones medioambientales que han forjado el carácter de generaciones de sanroqueños. Puente Mayorga soporta la mayor concentración industrial pesada de Andalucía.
Ruiz Box mantiene así el combate contra las pretensiones de REE que sostuvo en su día el alcalde de La Línea, Juan Franco, cuando la subestación estaba proyectada en su término municipal. En aquella ocasión, Franco alegaba las servidumbres industriales que su municipio venía soportando y que la construcción de la nueva subestación no haría sino incrementar.
El alcalde sanroqueño parece seguro de que la ampliación de la subestación de Puente Mayorga no prosperará. Además, Ruiz Box ha recordado que hasta ahora no se ha registrado en el Ayuntamiento ningún documento solicitando el inicio de la tramitación del proyecto.
Las manifestaciones del alcalde de San Roque se producían 24 horas después de que la delegada del Gobierno de Ceuta, Salvadora Mateos, recibiera a la jefa del proyecto de conexión eléctrica submarina, Sara Sevilla, y a la responsable de su tramitación, Águeda Arévalo. Ambas venían a informar a Mateos de que el proyecto estaba concluido y daban por sentado que la conexión se establecería con la subestación de Puente Mayorga.
Según ha revelado el propio Ruiz Boix, ese mismo día remitió un escrito a REE en el que recordaba que el PGOU actual de San Roque no permite albergar una subestación de las características que se plantean.
La oposición al proyecto tiene también como adversarios a los ecologistas de Agaden y Verdemar, las dos organizaciones conservacionistas más activas del Campo de Gibraltar.
Mientras, Ceuta aguarda que el proyecto de conexión eléctrica, una intervención de interés estratégico para la ciudad, salga adelante. La planificación de la red de transporte de energía eléctrica para el periodo 2015-2020 preveía que Ceuta dejara de ser una isla energética en 2019. El proyecto, pese al retraso, ha seguido avanzando después de que se desecharan varios emplazamientos para la subestación en los términos municipales de Tarifa, Algeciras y La Línea. Ahora resta seguir esperando.
