Cáritas, mucho más que una entidad benéfica

Alrededor de un 47 por ciento de los ceutíes vive en situación de pobreza, un 20 por ciento más que la media nacional. Y ante situaciones como esta nace Cáritas, un organismo de la Iglesia Católica que ayuda a quienes peor lo pasan desde que se fundó en la ciudad hace 50 años.

PANORÁMICA CEUTA

Casi la mitad de los ceutíes viven en riesgo de pobreza y exclusión social, según revela el informe 'El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2009 – 2013', elaborado por la oenegé Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN). Según el estudio estadístico, el porcentaje de la población que se encontraría en esta situación se elevaría al 47 por ciento. Y antes estos datos, nos hemos preguntado cómo se ayuda a estas familias. Hoy indagamos en la labor que Cáritas Diocesana realiza en la ciudad y sobre todo cómo trabaja.

 

Hacia dónde

Cáritas se mueve en dos direcciones. Por un lado, presta ayuda alimenticia y por otro, una atención integral, es decir, se hace frente al pago de recibos atrasados ya sean de luz, agua o alquiler u otras necesidad como pueden ser alimentos o ropa. En lo referente a esta última ayuda, el presidente de la entidad, Manuel Gestal, explica que “antes de la crisis los casos de ayuda integral eran contados y ahora son muchísimos casos”. Y es que la crisis, como es lógico, se ha dejado sentir y mucho en familias que ya de por si tenían una situación económica complicada. Según los datos de Cáritas en 2011 atendían a unas 500 familias, hoy es cifra se ha duplicado en cuanto a ayudas alimenticias y triplicado en ayuda integral. Del total de familias que acuden a Cáritas a solicitar cualquier tipo de ayuda o asesoramiento unas 250 son crónicas. “Son familias que, desgraciadamente, llevan ya mucho tiempo con nosotros”, explica Gestal. 

En 2014, Cáritas firmó un convenio con la ciudad por valor de 260.000 euros. En torno a 90.000 euros se destinaron a comprar comida, independientemente de los alimentos que recogen las 7 parroquias de la ciudad y del Banco de Alimentos y alrededor de 75.000 en ayudas integrales como pago de recibos de agua, luz o alquiler. Desde la organización aclaran que para pagar un recibo, hay que justificar y presentar documentación. "Hay mucha gente que acude a nosotros porque le han dicho que pagamos recibos y esto no es así. Nosotros derivamos a Servicios Sociales pero sí que es verdad que en casos muy urgentes nos adelantamos pero siempre con cautela", explica la trabajadora social, Desireé Rodríguez, quien cuenta que en un ocasión llegó una mujer nerviosa porque o pagaba la casa o la echaban. "Le dimos un cheque de 500 euros con la condición de que después del pago trajera el recibo pero nunca más volvió".

Como en toda entidad sin ánimo de lucro los socios son fundamentales, las colectas de las parroquias ayudan a recaudar más fondos y las donaciones se reciben con los brazos abiertos. Mientras realizaba este reportaje una vecina de Ceuta donó mil euros en leche. “Siempre hay quien nos echa una mano. Los ceutíes son muy generosos porque lejos de lo que se pueda pensar hay mucha solidaridad y siempre que Cáritas lo necesita, responden a nuestra llamada”, asegura el presidente.

 

La vuelta a casa

Hablamos con la trabajadora social de la entidad, Desireé Rodríguez, sobre el perfil del usuario de Cáritas. “Desde que llegó la crisis ha cambiado. Hay de todo pero atendemos a mucha gente que se ha tenido que volver de la península”, explica. Ahora son muchos los padres, ya jubilados, que deben repartir su paga entre sus hijos y sus nietos que han tenido que volver a casa y no les da el dinero. También acuden muchas familias numerosas y núcleos familiares donde uno de los dos cónyuges está de forma irregular en la ciudad, así como parados de larga duración con poca formación académica. “Cáritas a pesar de ser una entidad católica ayuda a cualquiera que lo necesita. De hecho, el 80 por ciento de los usuarios son musulmanes”, explica la trabajadora social. Un dato a destacar es que el 95 por ciento de quienes llaman a la puerta de Cáritas son mujeres.

La entidad se organiza a través de siete parroquias, que un día recogen alimentos o resuelven dudas y otro para la entrega de alimentos, en su mayoría, no perecederos. “Cada parroquia decide su compra en función de las necesidades que detecte”, explica la trabajadora social, que señala como zonas con mayor afluencia Hadú, El Morro, Los Rosales, la parroquia de San Juan de Dios, que atiende desde Benzú hasta el Sardinero y la de Los Remedios que ayuda al recinto. El propósito de Cáritas y Cruz Roja es compartir información para así encauzar de manera más eficaz las ayudas.

Como en toda organización benéfica, la ayuda de los voluntarios es fundamental para poder continuar con sus proyectos. Actualmente la entidad cuenta con 50 voluntarios y dos trabajadores sociales pero “nunca es suficiente”, por eso desde Cáritas hacen un llamamiento a aquellos que quieran dedicar su tiempo libre a ayudar a los demás.  

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