Hace dos y tres semanas que los establecimientos de comidas y bebidas empezaron a reservar mesas para el almuerzo de Nochebuena. Los más rezagados han tenido que quedarse en casa este año por obligación.
Entre 13.30 y 14.30 se han ido ocupando las terrazas y el interior de bares y restaurantes. A partir de la hora de comer la Ciudad se ha encargado de que no hubiera nadie de pie si no figuraba en la lista de los lugares reservados.
Los ceutíes han lucido sus mejores galas en muchos casos aunque haya sido un año para olvidar. El recorrido desde sus casas al destino ha dado mucha vida a las calles más céntricas de Ceuta, siempre con la mirada atenta de los agentes de la Policía, local y nacional, así como miembros de Protección Civil que se han agrupado en cuatro zonas principalmente, aquellas donde otros años se han visto aglomeraciones. Estos puntos son las plazas de Correos, Teniente Ruiz y Nelson Mandela, así como las calles de Jáudenes y Gran Vía. Una labor que han realizado de 12.00 horas a 19.00 horas ya que después de esa hora no tenía que quedar casi nadie en la vía pública.
Para todos es una comida y unos postres, con copa incluida, que se prolongará hasta la hora de cierre, las seis de la tarde, por decreto de la Consejería de Sanidad de la Ciudad.
Esta Nochebuena ha sido diferente debido a la pandemia y a este 24 ha llegado Ceuta con un nivel de riesgo medio, aunque no caben confianzas por la previsión de una posible tercera ola de contagios.
Era un día donde era necesario mirar todavía más por las medidas sanitarias preventivas y así lo han entendido los hosteleros y los ciudadanos. Después de las seis de la tarde continúa el despliegue por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad para el cumplimiento de las normas.
Para algunos empleados de Trace este 24 de diciembre ha sido un día laborable más para recoger y dejar vacíos los contenedores y la vía pública en buen estado.
