“Si aceptáramos todas las alegaciones, sería otro Presupuesto”. De este modo, justificaba el consejero de Economía y Hacienda, Alberto Gaitán, la decisión del Gobierno municipal de rechazar todas las alegaciones presentadas al Presupuesto de la Ciudad para 2020 por los partidos y entidades que impugnaron el documento. De hecho, solo han sido admitidas las correcciones al proyecto que PP y Vox plantearon, las dos únicas formaciones que el próximo martes votarán a favor del documento en el pleno de la Asamblea.
Un repaso a las alegaciones al Presupuesto ofrece una, aunque incompleta, atractiva guía sobre la realidad de la Ciudad. Si tomamos, por ejemplo, el escrito de Caballas, que solicita la “retirada y reformulación integral” del Presupuesto, encontraremos, en primer lugar, una versión de la coyuntura actual de la política municipal, según la visión del diputado por la coalición, Mohamed Alí.
“El PP paga el peaje impuesto por el nuevo partido de corte neofascista”, reprocha Caballas en su escrito al Gobierno. A juicio de la coalición, los acuerdos alcanzados por los populares con Vox se reducen a “canjear votos por principios”.
Menos preocupados por las alianzas políticas se muestran los gatos ceutíes. Sus representantes, no elegidos entre los de su especie, reclaman financiación suficiente para propiciar la implantación de una red de “colonias” por toda la ciudad con el propósito de garantizar su bienestar y la salud pública.
Otros recurren a la argumentación sentimental para recabar un incremento de la subvención que perciben del Ayuntamiento. “Semana tras semana ondeamos la bandera de Ceuta por las diferentes ciudades andaluzas en las que competimos”, arguye la directiva del equipo de fútbol A.D. Ceuta para reclamar un incremento de la ayuda municipal que percibe hasta los 440.000 euros. El club advierte de que, de no conseguirse este aumento en la dotación de la ayuda, el ascenso de categoría estaría en juego.
La Ceuta en la que resulta necesario trabajar en favor de la igualdad entre hombres y mujeres aparece en la alegación firmada por el Club Balonmano Ramón y Cajal. El club es la entidad deportiva que sostiene más licencias federativas femeninas, ha aportado tres equipos de chicas a las competiciones en las que participa en Andalucía y el 80% de sus jugadoras proceden de familias numerosas en situación de riesgo de pobreza y exclusión social. El club pide un incremento de 15.000 euros en la dotación de la ayuda que la Ciudad le concede para el ejercicio 2020.
La lectura de las alegaciones permite conocer aspectos de la vida de la ciudad que suelen pasar desapercibidos para muchos ceutíes. Tal es el caso, por ejemplo, de los niños afectados por el denominado Trastorno de Espectro Autista (TEA). La Asociación Autismo Ceuta ofrecía un dato significativo en su argumentación para solicitar un incremento de la ayuda que recibirá del Ayuntamiento: el 50% de los niños certificados por discapacidad en Ceuta lo fueron por TEA.
Una de las quejas que mayor resonancia pública ha conseguido ha sido la formulada por la asociación Enfermos sin Fronteras (EsF). La entidad vio cómo los diputados de Vox imponían al PP la retirada de esta ayuda en la negociación del Presupuesto. “Que dejen de colapsar los recursos de nuestra sanidad con inmigrantes marroquíes y si quieren quejarse de algo, que se quejen del rey de Marruecos: lo que tenemos que aguantar en Ceuta”, escribía recientemente en su perfil de Twitter el portavoz de Vox en la Asamblea, Carlos Verdejo.
EsF ofrece ayuda a las personas con escasos recursos para acceder a una sanidad digna, muchas de ellas niños, con independencia de su origen y nacionalidad.
