los trabajadores no creen que el proceso de transición no será rápido

El comité de empresa de Trace dice que no tolerará que se toque "ni un céntimo" a la plantilla

El presidente del comité de empresa, Francisco Mur, atribuye el interés del Gobierno por despojar a Trace de la concesión a la pretensión de que la nueva concesionaria inyecte más dinero al servicio. 

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photo_camera Un trabajador de Trace, en la Plaza de los Reyes (C.A.)

“Que a ninguna empresa que pueda llegar a asumir la limpieza de la ciudad se le pase por la cabeza tocar ni un solo céntimo del dinero de los trabajadores”. Con esta advertencia, el presidente del comité de empresa de Trace, Francisco Mur, concesionaria del servicio de limpieza viaria y recogida de basura, ha dado voz a la plantilla ante la intención de la Ciudad de dar por concluido el contrato que mantiene con la actual adjudicataria.

El Gobierno local negocia con Trace la rescisión de sus relaciones contractuales. El proceso, que presumiblemente se cerrará con la encomienda del servicio a la sociedad estatal Tragsa, pondría fin a la controversia sobre la ineficacia de la empresa que ha rodeado la gestión de la limpieza pública durante los últimos años.

Mur aprecia una relación entre el proceso abierto por el Gobierno y la necesidad de preparar el terreno para la próxima contienda electoral. El representante de los trabajadores, que no ha dejado de mostrar el apoyo de la plantilla a Trace, mantiene que la imposibilidad de dedicar más recursos económicos al contrato de la limpieza ha lastrado las posibilidades de la empresa de ofrecer un mejor servicio. “La única vía que encuentra la Ciudad, y considerando que ya estamos prácticamente en campaña electoral, es deshacerse de la empresa para que venga Tragsa e inyecte más dinero”, argumenta el sindicalista.

La plantilla de la empresa, que en la actualidad ronda los 400 trabajadores, continúa a la espera de acontecimientos. Los miembros del Gobierno tienen previsto celebrar mañana una reunión en la que avanzarán sobre el itinerario que se seguirá para dejar en manos de Tragsa, ya sea con carácter definitivo o temporal, el servicio.

“En todo caso, no creemos que el proceso vaya a ser tan rápido como se dice –apunta Mur- Hay que tener en cuenta que la Ciudad todavía adeuda bastante dinero a la empresa”.

El sindicalista también ha reprochado al Gobierno su falta de contundencia en la tarea de hacer cumplir las ordenanzas municipales de limpieza para evitar su vulneración, a diario, por los ciudadanos.