Los compañeros de Mari Ángeles la despiden entre lágrimas e indignación: “Es un adiós doloroso e injusto”

Los trabajadores del Palacio de Justicia han guardado su momento de luto, a la vez que han pedido que los órganos competentes hagan su trabajo, “para que el peso de la ley caiga sobre el presunto asesino”.

El Palacio de Justicia ha sido, sin duda, uno de los principales escenarios que este martes ha estado embargado por la consternación, la rabia, el desconsuelo, y la impotencia. Era el lugar de trabajo de Mari Ángeles, y que hoy ha protagonizado una de las escenas estremecedoras de las concentraciones convocadas. Ha sido la despedida de sus compañeros. A quienes les han faltado palabras para verbalizar un adiós repentino e inesperado.

4

Sollozos. Abrazos. Pero también miradas de indignación. Minutos largos, y a la vez breves en los que la entrada a los juzgados estaba a rebosar. Nadie hablaba. Miradas al infinito. Preguntas silenciosas que no encontraban respuesta. Manos unidas. Y tras los aplausos, recuerdos hacia una compañera que ayer no asistió y nunca volverá.

“Estamos aquí para despedirla. Es un adiós doloroso, muy doloroso e injusto”, manifestaba Miguel Almedina, en representación de los compañeros de la víctima que mostraban, en primera instancia, su condena y rechazo por este crimen machista, “que ha sesgado la vida de una persona joven que estaba en la flor de la vida”.

Una “excelente compañera, extraordinaria trabajadora y mejor persona”, se adelantaba a decir Almedina, que a su vez transmitía el apoyo y condolencias de todo el gremio a sus hijos y familiares.

“Solo decirles que sus lágrimas por un dolor tan profundo, esperamos que vayan dejando paso con el tiempo a un sentimiento de orgullo, al comprobar el reconocimiento y agradecimiento de los que tuvimos la suerte de conocerla y trabajar con ella”.

3

De la misma forma, sus compañeros han pedido que tanto la policía como los órganos judiciales continúen con sus labores de investigación, “para que el peso de la ley caiga sobre el presunto asesino”.

Para su despedida final han querido parafrasear las palabras que le escribió este lunes su compañero del servicio común de notificaciones y embargos, Javi: “Mari Ángeles seguro que cuando has llegado al cielo no has tenido que llamar para que te abran la puerta. En esta ocasión hubiera sido bueno no encontrar a nadie en este especial domicilio, de esta forma hubieras dejado uno de nuestros avisos y, así, poder esperar para hacer esta triste notificación dentro de muchos años. Lamentablemente no ha sido así. Te han forzado a hacer ese viaje de una forma muy injusta. Te vamos a echar mucho de menos, en el servicio común en particular, y el resto de compañeros también. Hasta siempre compañera, no te olvidaremos nunca”.

2

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad