Los taxistas han advertido cómo los piratas concentran su actividad en el entorno de la estación marítima. La rentabilidad que promete conseguir viajes hasta la frontera les lleva, incluso, a apostarse ante la salida de pasajeros para captar a clientes a quienes propondrán servicios a unos precios, en no pocas ocasiones onerosos.
Según detalla el presidente de la Asociación Profesional de Auto-Taxis, Julio Pérez, los piratas pueden llegar a cobrar hasta 10 euros por persona por el trayecto desde la estación marítima hasta El Tarajal.
La actividad de los piratas no se queda ahí. Los taxistas han comprobado cómo entre la flota de vehículos ilegales han comenzado a proliferar camionetas que hacen su agosto frente a las superficies comerciales de la avenida Cañonero Dato. Los ilegales aguardan a los clientes de los supermercados para ofrecerles sus servicios.
El hecho de que el número de piratas represente ya prácticamente la mitad del de taxis legales ha sembrado la preocupación en el gremio. Pérez reclama una mayor diligencia de las autoridades, sobre todo en la estación marítima, la zona de la ciudad donde, según explican los taxistas, los ilegales actúan con total impunidad. “Nos gustaría una mayor implicación de la Autoridad Portuaria, porque la presencia en la estación de los piratas es notoria: allí comen, duermen, viven”, protesta el presidente de la asociación.
Los taxistas, además, ven en el horizonte una nueva amenaza: la que representan los Vehículos de Turismo con Conductor (VTC). La Consejería de Fomento ya ha anunciado que en breve concederá cuatro licencias que permitirán el desembarco de los VTC en la ciudad.
