La familia de Samia y Yamal, en la calle

Samia y su familia han sido desahuciados esta mañana de la chabola que ocupaban en unos terrenos militares en Cría Caballar y lo han hecho bajo presencia policial y rodeados de amigos y familiares. En la Consejería de Asuntos Sociales, apenas una hora después del desahucio, no les daban ninguna solución. Más tarde, ya en compañía de la vicepresidenta segunda, Mayda Daoud, los servicios sociales accedían a proporcionar a la familia alojamiento en un hostal por quince días.

carta1 (2)La orden judicial se ha cumplido. A las 11.10 horas llegaban los funcionarios con la orden de desahucio que pesaba sobre la chabola que ocupaban en un terreno militar desde 2009 Samia, Yamal y sus cuatro hijos con edades entre los 8 meses y los 13 años. Desde primera hora de la mañana han sido muchos los familiares, amigos y desconocidos que, convocados a través de las redes sociales, se han acercado hasta Cría Caballar para apoyar a esta familia. Tras el desahucio, y con la documentación en la mano, Samia se ha dirigido a la Consejería de Asuntos Sociales en Hadú en un último intento de buscar ayuda y de nuevo, se ha encontrado con la puerta cerrada. Según ha explicado la hermana de Samia, en la Consejería desconocían el caso y no les han dado ninguna solución, “ni siquiera le han ofrecido los cinco días en el hostal. Les han dicho que no pueden hacer nada, no hay hostal, ni alojamiento alternativo, ni nada”.

Finalmente, en torno a la una, los servicios sociales de la Ciudad confirmaban a Samia que se le había concedido un hostal pagado para alojarse junto a su esposo e hijos durante quince días. La confirmación se producía durante la segunda visita que la mujer hacía a las dependencias de la Consejería, con la diferencia de que, en esta ocasión, acudió acompañada por la vicepresidenta segunda de la Asamblea, Mayda Daoud. En un escrito entregado a Samia se le ofrece “una habitación doble con cama supletoria y una habitación triple”.

 

Desesperación

La familia se siente sola y desamparada. Los únicos representantes políticos presentes en Cría Caballar han sido varios miembros del PSOE como el portavoz, Manuel Hernández, el secretario de Política de Igualdad, Pablo Núñez, así como Nuria Miaja, Sandra López Cantero y Mayda Daoud, quien ha acompañado a Samia hasta Hadú. “Vivas llamó a mi puerta para pedirme el voto y ahora ¿dónde está ese voto? ¿dónde está el señor Vivas?”, gritaba llorando el marido de Samia, que perdía los nervios fruto de la desesperación mientras amigos y familiares iban sacando, del que ha sido su hogar durante los últimos 6 años, todas sus pertenencias. En el jardín se acumulaban bolsas de ropa, colchones, la cuna del pequeño de la casa, el microondas y las esperanzas de esta familia que no entiende que les echen y más “cuando la carretera que se va a construir en esta zona tardará aún varios años en comenzar. Perfectamente podrían dejarnos vivir aquí hasta entonces. ¿Dónde vamos a ir con 280 euros?”, se lamentaba Samia con lágrimas en los ojos y la mirada perdida. Las mismas lágrimas que derramaban dos de sus hijos, el mayor no podía reprimirlas mientras sacaba sus cosas de la casa y el segundo mientras observaba a su padre gritar, desesperarse, llorar e increpar a los funcionarios que estaban llevando a cabo la orden. Yamal era la viva imagen de la desesperación de un padre que no tiene un techo que dar a sus hijos “a los que tratan como perros. ¿Dónde está la Ley del Menor? ¿Dónde están los derechos de los niños?”. El padre de estos cuatro niños ha criticado duramente al presidente de la ciudad, Juan Vivas, y a la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed.

Tras firmar la documentación del desahucio, la pregunta entre los presentes era obligada. “Ahora, ¿qué?”. “¿No pueden dejar a una familia en la calle y no hacer nada?”, se lamentaban los amigos de la familia. Samia no ve la luz al final del túnel y su respuesta, con la mirada perdida de nuevo, no deja lugar a dudas: “la muerte”.

A las 12.20 horas llegaba un cerrajero militar para cambiar la cerradura y dar por terminado el desahucio. “Si mi hermana y su familia no pueden vivir aquí, lo que tendría que hacer el Ministerio de Defensa es derribar la casa porque mañana le doy una patada a la puerta y me meto a vivir aquí”, comentaba llorando la hermana de Samia.

Con la entrada en vigor hoy de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana eran muchas las dudas sobre la posible actuación de la Policía Nacional. Finalmente no ha hecho falta que intervinieran en ningún momento ninguno de los seis agentes presentes en el desahucio.