Una duda en el procedimiento ha obligado a postergar la aprobación definitiva de la nueva ordenanza de limpieza. El documento había de ser sancionado hoy por el pleno de la Asamblea, pero una contradicción entre el texto de la ordenanza y el del recientemente aprobado real decreto de reducción de consumo de bolsas de plástico ha llevado al Gobierno local a retirar la propuesta de aprobación del orden del día.
Según ha explicado el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, la intención primera del Gobierno era la de incluir una enmienda al documento a fin de adaptar la ordenanza, dictaminada en comisión informativa el pasado día 14, a lo establecido en el real decreto, aprobado cinco días más tarde.
Sin embargo, el Gobierno ha decidido requerir de la Secretaría General de la Ciudad un informe para determinar si la utilización de la enmienda respeta las estipulaciones del procedimiento o si, por el contrario, sería necesario revertir todo el proceso hasta el momento de su aprobación inicial en el pleno.
La nueva ordenanza de limpieza constituye un paso decidido hacia un marco normativo más estricto en la preservación del entorno y con mayores sanciones para los infractores. El texto califica como infracciones graves el depósito de residuos en los contenedores fuera del horario establecido y el abandono de vehículos, muebles y enseres en la vía pública. Para estos comportamientos se prevén multas de entre 750 y 1.500 euros. Las sanciones se elevan hasta los 3.000 euros en el caso de las infracciones muy graves, entre las que figuran el depósito de contenedores de obras con residuos con material inflamable o explosivos y el vertido de tierras y escombros en lugares no autorizados.
