El papa, junto al custodio, Pierbattista Pizzaballa/ PRO TERRA SANCTA
A la tercera fue la vencida y, por fin, el jurado del Premio Convivencia ha podido viajar hasta Ceuta para decidir, después de dos horas de deliberaciones, que el galardón de la presente edición ha recaído en los Hermanos Franciscanos Custodios de Tierra Santa. La de hoy era la tercera convocatoria del jurado después de que las dos anteriores hubieran de ser suspendidas debido a que el mal tiempo impidió a sus miembros trasladarse hasta la ciudad.
La Custodia franciscana de Tierra Santa es una subprovincia de la orden franciscana y uno de los territorios más significativos desde el punto de vista histórico y simbólico. Las funciones de los hermanos franciscanos son la animación de la liturgia en los Santos lugares, la recepción de peregrinos y las actividades ecuménicas, docentes y de investigación bíblica-arqueológica. Con esta distinción el Jurado ha querido premiar la labor de promoción de la tolerancia, la conciliación y el diálogo entre las diversas culturas y religiones," favoreciendo la paz y el enriquecimiento cultural mutuo, y siendo un puente de unión y conexión entre religiones". Y es que según ha valorado el jurado, “al igual que durante siglos, lo ha sido y lo sigue siendo Ceuta, los franciscanos son un ejemplo de integración y convivencia en una comunidad multireligiosa dónde, más allá de la pertenencia religiosa de cada uno, el primer objetivo se convierte en la convivencia en paz”.
La candidatura de los premiados, que recibirán 30.000 euros en metálico y una escultura de la artista ceutí Elena Laverón, ha sido propuesta por el embajador de España en Israel, Fernando Carderera Soler. Ambos, premiados y proponente ya han recibido la noticia y han mantenido conversaciones con la Ciudad en las que el galardón ha sido aceptado por los Hermanos Franciscanos Custrodios de Tierra Santa, con los que en posteriores conversaciones se cerrarán fechas para la entrega del premio.
El jurado, que se dio cita a las seis de la tarde en el Palacio de la Asamblea, ha estado integrado por el subdirector general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, Jaime Rossell; la directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, Rocío López; el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary; la directora del Instituto Holocausto del Centro Sefarad Israel, Yashica San Román; el vicario general de Ceuta, Juan José Mateos; el representante del Comité Consultivo de la Fundación, Jorge Campos, la presidenta de la Fundación Premio Convivencia, Mabel Deu, y, en funciones de secretaria, y María Rodríguez.
Un premio de larga trayectoria
El Premio Convivencia se concede a personas o instituciones, de cualquier país cuya labor haya contribuido de forma relevante y ejemplar a las relaciones humanas, fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres.
En orden cronológico inverso, teniendo en cuenta que el Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta comenzó siendo anual en 1999 y el Pleno de la Asamblea acordó en 2012 convocarlo cada dos años, la lista de condecorados la conforman el ex presidente Adolfo Suárez, el misionero Vicente Ferrer, la asociación Mensajeros de la Paz, el escritor y filántropo Dominique Lapierre, el Pueblo de El Salvador y el Pueblo de Madrid, galardonados con el Premio Convivencia en 2003 y 2004, respectivamente.
Asimismo, han sido galardonados la Asociación Víctimas del Terrorismo en España, el economista y Nobel de la Paz Muhammad Yunus, el maestro Daniel Barenboim, la Fundación Miguel Gil Moreno, el científico Manuel Elkin Patarroyo, a la activista surafricana Helen Lieberman, la organización no gubernamental Sonrisas de Bombay, el escritor Mario Vargas Llosa y, en su penúltima edición, la niña paquistaní Malala Yousafzai.
