Se trata del mosquito tigre que hace de las suyas cada primavera y verano en la cuenca mediterránea. Pero este año se ha adelantado un mes. Según explica en El Independiente, Javier Lucientes, investigador y profesor de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, “suele aparecer en mayo y este año hemos detectado huevos a mediados de abril, eso quiere decir que ya había adultos a principios del mes”. También ha ampliado su territorio. Desde que llegó estableció colonias en Cataluña y Valencia. “Recientemente hemos encontrado animales en lugares que antes no habitaba, como Algeciras, que preocupa porque podría extender a Ceuta a bordo de los barcos", matiza Lucientes.
Precisamente para evitar la llegada de este peligroso mosquito, el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la ciudad, en colaboración con José Luis Ruiz, biólogo de Obimasa, va a poner en marcha del 1 de junio al 31 de octubre un plan de vigilancia entomológica para detectar si el insecto decide visitar Ceuta. La jefa del servicio, Ana Rivas, ha explicado que se instalarán ocho puntos de muestreo en diferentes puntos como la frontera o la Estación Marítima porque “le gusta viajar en ruedas o en coche” y el Vivero Municipal o el Parque Marítimo del Mediterráneo “porque prolifera en zonas con agua y vegetación”.
Estas trampas son unas macetas con un poco de agua y un espacio para que las hembras puedan poner los huevos. Son esos huevos los que se envían, de forma periódica, a la Universidad de Zaragoza para que los analicen y así saber qué tipo de mosquitos tenemos. “Una vez que sepamos lo que hay, ya podremos actuar si es necesario”. Rivas ha aclarado que estas trampas “no suponen un peligro para nadie, ni atraen a más mosquitos”.
Su primera casa, en Cataluña
Se detectó por primera vez en 2004, en Cataluña, en Sant Cugat del Vallès. Un año después el insecto había ampliado su radio de acción. En poco tiempo llegó a Castellón y Valencia, sigue conquistando la costa mediterránea y se está adentrando en el interior de la península.
Un mosquito atigrado
El mosquito tigre es negro con un estampado a bandas blancas que hace honor a su nombre. La picadura de las hembras es dolorosa aunque solo pica de día y en el exterior. Por tanto, los mosquitos que no nos dejan dormir por la noche no son peligrosos más allá de la molesta picadura.
Para impedir que estos insectos proliferen hay que evitar el agua estancada tan habitual en cementerios, desagües obstruidos, bebederos de animales en el exterior o platos de las macetas de terraza.
Si el mosquito tigre pica, hay que lavar y desinfectar la zona y consultar al médico ya que puede contagiar enfermedades como el dengue, el chikungunya, la fiebre amarilla o el zika, tan peligroso en embarazadas. El año pasado en la ciudad se puso en marcha un protocolo de vigilancia epidemiológica entre profesionales sanitarios por si llegaba algún paciente con síntomas de alguna de estas enfermedades tan poco frecuentes en Ceuta poder tratarlo de forma inmediata. Afortunadamente no se registró ningún caso.
Todo aquel que vea un mosquito tigre puede dejar constancia a través de la aplicación móvil Mosquito Alert que, gracias a la participación ciudadana, hace cada año un mapa de la distribución del insecto en España.
