Éranse una vez unas losetas verdes asesinas…

Seis años después de que se escribiera el capítulo 1, el Gobierno vuelve a abrir las páginas de este libro asegurando que va a solucionar el problema. 
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La solución a las losetas verdes resbaladizas se ha convertido en la historia de nunca acabar. Seis años después de que se escribiera el capítulo 1, el Gobierno vuelve a abrir las páginas de este libro sacando a concurso por 212.000 euros la sustitución de la solería resbaladiza del centro. La licitación prevé obras durante tres meses que servirán para reemplazar el mármol actual por granito.

Se actuará en una superficie superior a los 3.000 metros cuadrados. 

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En 2018, el Gobierno anunciaba la solución definitiva al problema de las losetas verdes después de intentar poner en práctica varias soluciones sin éxito. La solución pasaba por cambiar todo el pavimento resbaladizo desde el inicio del Paseo del Revellín hasta la Iglesia de Los Remedios.

Un proyecto que tal y como expresaba el consejero de Fomento en esa época, Néstor García, se iba a dividir en tres fases. La primera abarcaría todo el Paseo del Revellín, tendría un presupuesto de 200.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses y medio.

La segunda fase correspondería a la calle Camoens, Plaza de España y Plaza de los Reyes y contaría con un plazo de ejecución de 5 meses.

La última fase abarcaría la calle Beatriz de Silva, calle Real hasta la iglesia de Los Remedios. Unos trabajos que durarían seis meses y medio.

El Gobierno estaba dispuesto a gastarse un millón de euros. Si las obras ya hubieran comenzado, las losetas verdes resbaladizas serían historia y más de una caída se podría haber evitado.

Antes de la pandemia el proyecto estaba en contratación, preparado para sacarlo a licitación, pero todo se paralizó.

Ahora parece que el cuento continúa. Habrá que esperar unos meses para ver si esta historia tiene un final feliz.

Una historia que viene de largo

En 2014 el Gobierno se comprometió a buscar una solución a las losetas, incluso se barajó la posibilidad de cambiarlas.

Los partidos políticos llevaron a pleno varias propuestas con la intención de que el Gobierno actuara tras las quejas de los vecinos.

En marzo de 2016 el Gobierno anunciaba que había encontrado la solución al problema de las losetas: un tratamiento con el que se conseguiría alcanzar el nivel de rugosidad deseado.

Se trataba de un procedimiento que combinaba el empleo de productos químicos y tratamientos mecánicos, después de que se realizara una consulta al Centro Tecnológico Avanzado Andaluz de la Piedra. Esta técnica, que ya se había probado en laboratorio, se llevó a la calle para comprobar si era la solución más eficaz ante el problema.

Sin embargo después de varios intentos, los resultados no fueron los esperados.