Por cuarto año consecutivo, el Banco de Alimentos ha salido a la calle para pedir ayuda a los ceutíes y la respuesta ha sido "mejor de lo esperado", según ha explicado el responsable del banco, Pedro Mariscal. La ciudad se ha volcado ya que en dos días se han donado 45 toneladas de alimentos no perecederos e infantiles. Los productos más necesarios eran leche y comida para bebés y lo han conseguido. El año pasado, Ceuta quedo en quinto lugar en el ranking de donaciones y este año se espera superar esa posición ya que aun quedan por llegar las grandes donaciones, que se van a contar por toneladas.
Mariscal ha querido resaltar la labor de los voluntarios, tanto de los fijos como de los esporádicos, ya que "sin ellos esto no sería posible".
Desde el Banco de Alimentos calculan que van a cerrar el año con más de medio millón de kilos de alimentos repartidos entre las 8.000 familias que "no llegan a fin de mes y son los más desprotegidos. Las familias en riesgo de exclusión social tienen ayudas por varios sitios pero las familias que tienen un pequeño sueldo y varios hijos y no les llega para pagar todos los gastos tienen más problemas para acceder a las ayudas. De ahí la importancia del Banco de Alimentos", explica Mariscal.