Fernández Coleto blanquea en un informe posibles datos y comentarios racistas por 14.900€ para AMGEVICESA

Una trabajadora, cargo intermedio de la empresa: “No es que seamos racistas es que estamos hartos” (de El príncipe). No hay atisbo ni de xenofobia ni de racismo para Hipatia Social Consulting. La misma empresa, editora de El Foro de Ceuta, consideró por mucho menos que la Cámara no cumplía con la multiculturalidad.

 

 

IMG-20230420-WA0148
photo_camera Paloma Fernández Coleto en una publicación hace unos meses en sus redes sociales.

Hipatia Social Consulting es una empresa de Ceuta fundada en marzo de 2014 y que tuvo hasta 2016 como administrador a José Manuel González Navarro (hoy director gerente de Radio Televisión Ceuta, la televisión pública) y tiene desde 2016 como máxima responsable a Paloma Fernández Coleto, nuera de Manuel González Bolorino. Entre otras cosas, edita el diario digital El Foro de Ceuta, reconvertido desde hace poco en El Periódico de Ceuta, que en el lanzamiento de su nueva marca dice ser: “Un referente a nivel nacional en cuanto al tratamiento de las migraciones en la Frontera Sur (…)  Este medio de comunicación también es referente para las asociaciones que luchan por los derechos humanos. También tenemos convenio de colaboración con la Fundación CEPAIM para desactivar el racismo”. Pero hace más cosas. Uno de sus principales clientes parece ser la empresa pública AMGEVICESA, que raro es el semestre que no le encarga algo: El suministro y la instalación de un sistema de videovigilancia para el depósito de vehículos de Benzú (15.950 euros, vía contrato menor), la ampliación de las cámaras en las playas (7.500 euros, vía contrato menor) o la realización un estudio sociológico sobre discriminación racial y xenofobia en la empresa (14.900 euros, vía contrato menor). El informe, al que ha tenido acceso este medio, se basó en tres grupos de discusión y concluye que no hay racismo en la empresa pública:

“No se observa un racismo manifiesto en la empresa pública AMGEVICESA”. Pero: “Cabe reseñar que los puestos de dirección de la empresa están ocupados por un perfil único de hombres no ‘racializados’. Incluso en los mandos intermedios se muestra una desventaja cuantitativa de personas musulmanas y/o de procedencia familiar marroquí”, recoge el mismo informe. A pesar de lo que considera, la empresa de Fernández Coleto, no hay aprecio de racismo ni de xenofobia en la empresa pública AMGEVICESA. Pero de la lectura sosegada del informe, las conclusiones parecen, como poco, atrevidas o refutables, cuando no claramente de parte.

El informe se basa en la creación de tres grupos de discusión. Uno formado por 5 directivos, “cinco hombres que ninguno de ellos estaba racializado”. En 2021, que es cuando se realizó el trabajo, AMGEVICESA contaba con una plantilla de 226 personas con una quincena de puestos directivos. No se encontró para este grupo de discusión ninguna mujer ni ninguna persona “racializada”.

Direcitvo de AMGEVICESA: "aquí tenemos gente representada de parte de la ciudad trabajando aquí que nadie la hubiera contratado. Nosotros si le hemos dado trabajo, los hemos dignificado y está la gente muy contenta con el trabajo que tiene"

El segundo de los grupos de discusión lo formaron 4 personas como mandos intermedios de la empresa: dos mujeres y dos hombres; “uno de estos hombres era racializado”. Tres hombres y dos mujeres para el tercer grupo, que reunía a miembros de equipo, “dos personas eran racializadas”. Entre 14 personas en una empresa de más de 220 trabajadores trabajadoras la consultora encontró para sus grupos de discusión a sólo tres personas “racializadas”.

Pero si esos fríos datos no supusieron controversia alguna para Hipatia en el caso de AMGEVICESA, hay otros elementos para poder valorar. El análisis realizado por la consultora centra el tiro en los grupos de discusión en tres aspectos: el acceso a la empresa y la promoción laboral dentro de ella (que más allá de las opiniones, los datos no parecen demasiado favorables a la integración sociocultural en una ciudad en la que la mitad de la población es “racializada”); las situaciones racistas que se han vertido o percibido en el horario laboral y la segregación por cuestiones de raza en la empresa; y por último, la realización de propuestas para mejorar el clima laboral. Vamos por partes para que juzgue usted mismo si 14.900 euros bien valen negar la realidad o no.

“tanto el grupo de discusión de los mandos intermedios como en el de los puestos de dirección se insiste en la premisa de que las personas no racializadas son acusadas de racistas sin ningún tipo de argumento”. En esos dos grupos sólo había 1 persona de 9 racializada.

Acceso a la empresa

A modo de especie de adelanto de conclusión en el informe, tras recoger algunas citas proporcionadas en los grupos de discusión, la consultora afirma: “se hace hincapié en la negativa rotunda de la existencia de desigualdad en el acceso a la empresa pública”. Para llegar a tal afirmación recoge 5 citas de los grupos de discusión, ninguna realizada por una personas “racializadas”. Lo realmente llamativo sería que personas como los 5 directivos no racializados dijeran que se discrimina a personas racializadas. Eso parece evidente.

Ni tan siquiera mereció la mínima sospecha una de esas afirmaciones de un hombre no racializado del grupo de discusión formado por trabajadores de equipo: “Hay un continente importante de musulmanes en la empresa. Si se mirase eso no estarían tantas personas musulmanas trabajando con nosotros. Para nada”. Se puede inferir que quienes toman las decisiones de personal si no tuvieran que ceñirse a ciertas limitaciones por tratarse de la función pública no contratarían musulmanes, al menos en opinión de este trabajador.

Directivo de AMGEVICESA: “En la empresa igual que sociedad, en la sociedad ellos… tú sabes lo que puedes decir y lo que no puedes decir. Lógicamente no puedes hacer comentario porque te puede escuchar cualquiera y en la empresa lo mismo”.

Tampoco llamó la atención otra de las citas incluidas en el informe en este apartado. Ésta soltada por un hombre directivo, ya se dijo más arriba que no hay ni mujeres ni personas ‘racializadas’ en mandos directivos en la empresa pública:

“Eso sobre todo para ciertos sectores, aquí tenemos gente representada de parte de la ciudad trabajando aquí que nadie la hubiera contratado. Nosotros si le hemos dado trabajo, los hemos dignificado y está la gente muy contenta con el trabajo que tiene”: Este directivo de AMGEVICESA ¿qué está queriendo decir: que la gente que contratan en la empresa no está cualificada; que en la sociedad ceutí hay racismo, pero en la empresa no o que si él mismo estuviera en una empresa privada no contrataría ni a uno solo de los que ha contratado en la empresa pública?

Mujer cargo intermedio de AMGEVICESA: "si tú ves aquí la delincuencia el 95 por ciento es por temas de aquí arriba, de El Príncipe, que hay problemas en El Príncipe que hay tiroteos. Y ahora últimamente que, si están robando en el puerto o te están pegando una paliza, pero por el tema que hemos tenido en mayo con el salto de la valla… es que todo va relacionado. No es que seamos racistas es que estamos hartos

Actitudes racistas y/o xenófobas dentro de la empresa

El informe en este punto también niega que se den. Lo circunscribe todo más bien a un problema sindical en el que acaba señalado CGT, que en aquella época planteó varios conflictos incluso ante la opinión pública a la propia empresa y señaló a la dirección de la misma en varias ocasiones. Tanto así, que aquel clima fue el que habría aconsejado encargar este estudio sobre discriminación racial dentro de la empresa.

Hay “camarillas”, sí, en los equipos de trabajo, pero por afinidades sindicales o sociales, no por cuestiones raciales. Y si hay racismo será ahí fuera, no aquí dentro, viene a concluir el informe de la consultora Hipatia.

Afirmaciones de este tipo no merecieron ningún reproche o comentario por discriminatorios por parte de la consultora de Fernández Coleto

Se niega el racismo, a pesar de que algunos comentarios recogidos son el típico yo no soy racista porque tengo un amigo negro. Todos los participantes en los grupos de discusión lo niegan. Y el informe que se basa en el testimonio de 14 personas con solo tres racializadas, concluye que “tanto el grupo de discusión de los mandos intermedios como en el de los puestos de dirección se insiste en la premisa de que las personas no racializadas son acusadas de racistas sin ningún tipo de argumento”. En esos dos grupos sólo había 1 persona de 9 racializada.

Tampoco mereció más reflexión para la consultora, más allá de señalar que hay un clima de polarización social en Ceuta, que no en AMGEVICESA (una burbuja al márgen de la sociedad en donde todo va como la seda), el siguiente comentario realizado por un hombre directivo, no racializado:

“En la empresa igual que sociedad, en la sociedad ellos… tú sabes lo que puedes decir y lo que no puedes decir. Lógicamente no puedes hacer comentario porque te puede escuchar cualquiera y en la empresa lo mismo”. Sin desglosar la moral kantiana, no poder no es lo mismo que no deber.

La empresa de Fernández Coleto sí consideró que la Cámara fomentaba el techo de cristal y no cumplía con la multiculturalidad en artículos publicados en su medio de comunicación. A pesar de que los datos no eran ni de lejos tan flagrantes como los de AMGEVICESA, donde no encontró problema alguno en las conclusiones del estudio por el que le pagaron 14.900 euros y a pesar de que el Pleno de la Cámara se elige democráticamente entre los empresarios en listas abiertas

“Inseguridad… además que si tú ves aquí la delincuencia el 95 por ciento es por temas de aquí arriba, de El Príncipe, que hay problemas en El Príncipe que hay tiroteos. Y ahora últimamente que, si están robando en el puerto o te están pegando una paliza, pero por el tema que hemos tenido en mayo con el salto de la valla… es que todo va relacionado. No es que seamos racistas es que estamos hartos”, llega a expresar una mujer, mando intermedio, no racializada.

Este tipo de expresión tampoco mereció comentario o reproche alguno por la consultora Hipatia. Tampoco cabe deducir que quien opina así pueda llevar ese pensamiento en el que acaba de criminalizar a todo un barrio y todo el colectivo de migrantes pueda tener comportamientos racistas en su puesto de trabajo.

Doble vara de medir con la Cámara de Comercio

Ya se ha reseñado más arriba que la misma empresa, Hipatia Social Consulting, está dirigida por Paloma Fernández Coleto, la misma que es directora de El Foro de Ceuta, ahora El Periódico de Ceuta, ese medio, referente en la lucha a favor de los Derechos Humanos, según ella misma. Pues bien, esa cabecera digital publicó hace poco dos artículos señalando sin escrúpulo alguno a la Cámara de Comercio de Ceuta.

Según las publicaciones en la entidad, de derecho público, y regulado por tanto de forma estricta en ese sentido, su directiva fomentaba el “techo de cristal” y no cumple con los estándares exigidos por la sociedad ceutí en lo que a multiculturalidad se refiere.

Para afirmar eso se basaba en datos: De las 13 personas que componen el Pleno, sólo una mujer. Conclusión: existe techo de cristal. Ningún reproche le mereció en el estudio para AMGEVICESA que en una empresa pública ceutí con más de 220 trabajadores (según la memoria de presupuestos de 2021) ninguno de los 15 directivos y jefes que había fueran mujer. No encontró discriminación alguna en los ascensos en la empresa la mandamás de la Plataforma Feminista de Ceuta, responsable de Hipatia Social Consulting, Paloma Fernández Coleto.

Y en otro artículo cuestionaba la falta de multiculturalidad en ese Pleno. Lo hacía señalando que entre 13 personas sólo había dos “mestizos”, usando la palabra de forma ciertamente ofensiva y señalando, como en los peores tiempos de la Europa del siglo XX a las personas por su condición étnica y racial, algo expresamente prohibido, por ejemplo, a la hora de hacer censos, por las propias leyes españolas para evitar precisamente señalamientos en este sentido.

Sí, en la Cámara, según ha podido consultar este periódico hay en un Pleno de 13 personas, 4 que dan el perfil de “racializados”, esos dos descendientes que beben de dos culturas en sus ancestros, que señalaba el artículo del diario de Fernández Coleto, otro más del que no debía ser consciente y otra persona más que se considera racializada de forma plena. 4 de 13. En los grupos de discusión para analizar el racismo y la xenofobia en AMGEVICESA, la empresa Hipatia contó con 3 de 14 personas en una empresa de más de 220 trabajadores con perfiles ‘racializados’, ninguno de ellos entre los 15 directivos de la empresa. No mereció reproche alguno en el informe.

Y un dato más, mientras que AMGEVICESA es una empresa pública a la que se puede acceder desde bolsas de trabajo o a través del SEPE, y después promocionar como se promociona en las empresas públicas, el Pleno de la Cámara lo conforman quienes han sido elegidos o elegidas en listas abiertas para cada sector económico. Más el secretario y 2 representantes que nombra a su libre albedrío la Confederación de Empresarios. Es decir si hay pocas mujeres o pocos perfiles racializados no sería achacadle a la propia Cámara o sus directivos sino a la composición y la voluntad del tejido empresarial ceutí. La realidad es que quienes dirigen la Cámara o, al menos, sus recursos humanos han contratado un 97 por ciento de mujeres en los más de 20 trabajos que genera el ente público.

Así se lo hizo saber la propia Cámara mediante un burofax a Fernández Coleto en el que le pedía cancelar el artículo “por contener información falsa y difamatoria”. Sin respuesta.

Pero eso sí, el propio estudio de Hipatia señala como responsable de la polarización en la sociedad en torno a cuestiones como el racismo y la xenofobia (una polarización social que queda claro en sus conclusiones no se transpira a una empresa de más de 220 trabajadores) es culpa de las fake news y las redes sociales. Ahí abunda el ‘postureo’, la información falsa y tendenciosa y la confusión y el lío que lleva a sociedad a pensar cosas que no son.  Claro que tampoco ayuda mucho que la empresa que edita un diario vea racismo y techo de cristal en un organismo elegido democráticamente y sin limitaciones en las candidaturas (son listas abiertas) más que las establece la Ley de Cámaras, pero con lo contado no aprecie nada a la hora de hacer un informe específico para AMGEVICESA por el que ha cobrado 14.900 euros.