Deu asegura que “nadie se quedará en la calle” pero no convence al centenar de marroquíes acogidos en el Tarajal

Ciudadanos del país vecino se han movilizado ante el inminente cierre de las naves alegando que se van a quedar desamparados en la calle. Anuncian más movilizaciones y que "no se moverán" hasta obtener una solución.

La vicepresidenta del Gobierno, Mabel Deu, ha intentado apaciguar las aguas en las naves del Tarajal ante la anunciada movilización de las 16 familias de ceutíes acogidos, que se niegan a volver a la calle después de que el Gobierno comunicase el cierre de las naves. Un hecho, sobre el que Deu ha asegurado que “se está trabajando con estas personas” y ha asegurado que “nadie se va a quedar en la calle”.

“Se está trabajando con las personas de Ceuta, para ver su historia y darles una solución, mientras se avanza en la construcción de un albergue social”, explicaba la vicepresidenta, a la vez que transmitía que “se han quedado tranquilos” con su respuesta y han decidido parar sus movilizaciones.

Unas protestas cuyo testigo ha sido recogido por el centenar de marroquíes que también se encuentran alojados en estos recursos de acogida y que, tras la visita de Deu, se han dirigido a las puertas del Palacio Autonómico para reclamar una “solución” que no se traduzca en “vivir en la calle”.

Mientras, la representante del Ejecutivo declaraba que los ciudadanos del país vecino están a la esperada del asilo o de resolver un expediente personal, la versión del colectivo no versa en la misma dirección. El regreso a Marruecos no se refleja en sus planes, que se dirigen a permanecer en Ceuta y, sobre todo, a cruzar el Estrecho.

Tal es el caso de Mohamed Hichuo, portavoz del colectivo. “Llegué a Ceuta antes de la pandemia y cuando tuve conocimiento de la apertura de las naves me trasladé hacía allí con el objetivo de pedir el asilo. Ahora me quedo en la calle. No tengo casa, ni dinero, ni trabajo. No tengo nada”.

Su situación se extrapola a estas decenas de personas cuyo reclamo es evitar vagabundear por las calles de la ciudad. “Aquí tenemos una cama y comida”. Por ello, anuncian que “no se moverán”. ¿Aunque las cierren? “Sí, aunque quieran echarnos”, ha formulado a este medio con contundencia Hichuo. Por ello no descartan nuevas movilizaciones.

No obstante, el Gobierno sigue trabajando en ese plan de desescalada que tiene como fecha de inicio el 15 de febrero.