Otro dato importante que el portavoz ha desvelado es que la empresa Trace no podrá de dejar de prestar sus servicios hasta que no se licite una nuevo pliego de condiciones para la adjudicación del servicio a otra empresa, precisando, además, que incuso tendría que seguir hasta la nuevo empresa ponga en marcha el servicio.
El expediente está en manos de unos jurídicos, ha dicho el portavoz, y la evidencia es que tanto “Trace como la Ciudad, ninguno están satisfecho con este contrato”. “El tiempo ha demostrado que no ha sido un buen contrato para ninguna de las partes”, ha espetado.
A su juicio, el sentido común indica que si ninguna de las partes está satisfecha con el contrato, “debería ser sencillo romperlo, aunque la realidad es que no” “Es un contrato de servicio público, y por lo tanto tiene unos trámites bastante importantes por las repercusiones que tiene tanto para un lado como para otro”.
Al tener ambas partes la intención de llevar a cabo la resolución, Hachuel ha dicho que tienen que ser “los jurídicos los que manquen las pautas para llevarlo a buen fin cuanto antes y llevarlo a buen puerto para poder adjudicar el nuevo contrato”.