La solución al problema de las losetas verdes resbaladizas se está convirtiendo en el cuento del lobo. Desde 2014 el Gobierno lleva anunciando posibles soluciones pero cuatro años después las personas se siguen cayendo y las losetas siguen resbalando igual.
Ahora, al parecer, el Ejecutivo ha anunciado la “refinitiva”. El consejero de Fomento ha adelantado que van a cambiar todo el pavimento resbaladizo desde el inicio del Paseo del Revellín hasta la Iglesia de Los Remedios.
Un proyecto que se ha dividido en tres fases. La primera de ellas ya está en marcha a falta de comenzar las obras. El Gobierno decidirá con los comerciantes la mejor fecha para iniciar la retirada de las losetas. Esta primera parte abarcará el Paseo del Revellín, tendrá un presupuesto de 200.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses y medio.
La segunda fase corresponderá a calle Camoens, Plaza de España y plaza de los reyes y se ejecutará en 5 meses.
La última fase comprenderá calle Beatriz de Silva y calle Real hasta la iglesia de Los Remedios. Los trabajos durarán seis meses y medio.
En total, el Gobierno se gastará en cambiar las losetas verdes un millón de euros y según los plazos establecidos estará listo en un año.
La ciudadanía, expectante
Los ceutíes han recibido la noticia de que el Gobierno va a cambiar las losetas con ilusión pero la mayoría asegura que “hasta que no veamos el suelo levantado no nos lo vamos a creer”.
En estos últimos años son muchas las personas que han sufrido caídas por culpa de estas losetas “asesinas”. Tal es así que el Gobierno se ha visto en la obligación de gastarse en indemnizaciones 80.000 euros en los últimos dos años. Una cantidad que Ciudadanos cifra en 400.000 euros.
Sea como fuere, la ciudadanía lo único que espera es que este suelo se cambie lo antes posible y no haya que lamentar más resbalones.
Una historia que viene de largo
En 2014 el Gobierno se comprometió a buscar una solución a las losetas, incluso se barajó la posibilidad de cambiarlas.
Los partidos políticos llevaron a pleno varias propuestas con la intención de que el Gobierno actuara tras las quejas de los vecinos.
En marzo de 2016 el Gobierno anunciaba que había encontrado la solución al problema de las losetas: un tratamiento con el que se conseguiría alcanzar el nivel de rugosidad deseado.
Se trataba de un procedimiento que combinaba el empleo de productos químicos y tratamientos mecánicos, después de que se realizara una consulta al Centro Tecnológico Avanzado Andaluz de la Piedra. Esta técnica, que ya se había probado en laboratorio, se llevó a la calle para comprobar si era la solución más eficaz ante el problema.
Sin embargo después de varios intentos, los resultados no fueron los esperados.
Ahora, cuatro años después del primer intento, el Gobierno reconoce que la única solución es cambiar todas las losetas y así acabar de manera definitiva con las “asesinas”.
