El consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, ha reconocido las dificultades con las que se encuentran las administraciones central y local para controlar los flujos de porteadores entre los polígonos de El Tarajal y el paso fronterizo. Hachuel ha hecho esta reflexión tras cuatro días de funcionamiento del nuevo acceso Tarajal II y los problemas suscitados por el progresivo incremento de transeúntes.
“No estoy muy seguro de que esté a nuestro alcance convertir El Tarajal II en un paso normal”, ha confesado el responsable de la Policía Local. Hachuel hacía estas declaraciones antes de participar en la reunión de evaluación del dispositivo convocada en la sede de la Delegación del Gobierno.
El consejero ha explicado que resultaba difícil establecer con antelación previsiones fiables de flujo de porteadores y ha confirmado esta apreciación con los datos que señalan que el paso Tarajal II ha llegado a recibir a 10.000 personas.
Hachuel ha insistido en que la eficacia de la nueva infraestructura precisa una coordinación entre las autoridades españolas y marroquíes. “La capacidad de absorción del Tarajal II depende de si se camina al paso, al trote o al galope”, ha ilustrado el consejero.
Funciones de la Policía Local
El máximo responsable de la Policía Local ha insistido en que el cuerpo municipal desarrolla en el Tarajal II funciones de mero apoyo a la Policía Nacional. Ante las preguntas formuladas por los perioditas acerce de una respuesta parlamentaria del Gobierno central en la que se negaba que la Policía Local tuviera función alguna en el nuevo paso fronterizo, Hachuel ha asegurado que la precisión de Madrid no se contradice con las tareas que desempeña actualmente el cuerpo en el lugar.
Según el consejero, la respuesta parlamentaria hace referencia en exclusiva al paso fronterizo mientras que la Policía Local ejerce sus tareas en otras zonas aledañas. “La Policía Local hace lo que debe donde debe”, ha sentenciado.
