Después de un año de ‘descanso’ la polémica vuelve a estar servida. Esta noche muchos ceutíes se enfundarán sus disfraces más terroríficos. Mientras, otros se reservarán para pasar un 1 de noviembre rodeados de familiares y amigos en el campo o la playa. ¿Son incompatibles o podemos maridar la tradición con la implantación de nuevas celebraciones?
De lo que no cabe duda es que la festividad anglosajona cada vez ha ganado más peso entre la sociedad caballa, sobre todo, entre los más pequeños. Durante los últimos días han sido habituales las estampas en centros educativos que, vestidos con telarañas y calabazas, han organizado actividades con esta temática. Con toda probabilidad, cuando este domingo caiga el sol las calles serán transitadas por grupos que se adelanten al carnaval y, acorde a la tradición que marca esta festividad, irrumpan en los hogares caballas en busca de dulces y caramelos.
Pero, ¿colisiona todo ello para que estos jóvenes, y también adultos, carguen mañana sus mochilas con frutos secos para disfrutar de una jornada de campo? Y es que, muchos se preguntarán porqué renunciar a una de ellas cuando se puede tener las dos. Sin conocer estadísticas sobre cuál de ellas copa la primera posición, lo que sí es cierto es que la Mochila perdura y muchos ceutíes esperaban esa gran noticia de que este año, al fin, regresaba. Doble alegría porque es la primera festividad que se recupera tras la pandemia, lo que lleva implícito esa tan deseada vuelta a aquellos tiempos previos a marzo de 2020.
La Ciudad ya tiene preparado todo el dispositivo de los 30 policías locales que velarán por la seguridad en las zonas donde se asentarán los ceutíes. Eso sí, no va a ser una Mochila como la de antes, al menos de momento, y llega con algunas restricciones como la prohibición de pernoctar o permanecer a partir de las 20.00 horas en el campo exterior. No obstante, medidas laxas que permitirán sentir esa vuelta a una cierta normalidad en el final de este puente. Así que, preparen caramelos y/o frutos secos que las fiestas vuelven para quedarse.
