Los múltiples problemas empiezan agobiar a la población ceutí

La intranquilidad del ciudadano

Los problemas y las situaciones que viene sufriendo Ceuta en los últimos meses están trasladando a los ciudadanos sensaciones de mucha intranquilidad y a veces la indignación se hace más que patente.

vecinos-de-huerta-tellez
photo_camera Vecinos de Huerta Téllez exigen soluciones al Gobierno tras la ocupación de sus viviendas (C.A.)

La intranquilidad se está convirtiendo en factor dominante y los ciudadanos, en la mayoría de las ocasiones, quedan atónitos y sin capacidad de reacción al tener que convivir día a día con hechos, situaciones que de por sí son más que lamentables y, en ocasiones, hasta increíbles.

La usurpación de viviendas en Huerta Téllez, y otras en distintos puntos de la ciudad, ha hecho saltar las alarmas esta semana pasada y ha provocado la indignación, crispación y el desánimo en el seno de una población que comprueba con demasiada frecuencia como sus gobernantes se faltan al respeto en las sesiones plenarias en vez de solucionar los problemas. Ha sido la gota que ha colmado el vaso, aunque afortunadamente no ha habido que lamentar, de momento, males mayores.

El de la vivienda, junto a otros, es un problema endémico de esta ciudad que tiene difícil solución, aunque si a esta situación se le añade todo lo presuntamente sucedido, y que ya se conoce, del Caso Emvicesa, el resultado no es sorprendente.

Pero esto no son los únicos problemas a los que los ceutíes se enfrentan. De la mano de este también caminan el de la Nacional 352, una arteria vital con continuos colapsos de vehículos que provocan las dificultades a los ciudadanos para llegar a sus casas o hasta el Hospital Universitario, el de los empresarios de las naves del Tarajal, que mantienen los polígonos cerrados debido a la competencia desleal en el bulto y ahora, además, con el intento del Gobierno de imponerles el tasazo, el de la frontera, a la que el Gobierno de la nación no termina de darle una solución para modernizarla y adecuarla a los tiempos que corren y a las necesidades reales, el de la Sanidad, que se traduce en un hospital con graves carencias de especialistas, médicos  y personal sanitario. Un problema este que obliga a muchos ceutíes a tener que recurrir en muchas ocasiones a la sanidad privada, por citar algunos.

Vistos por separado parecen que no son tantos los problemas, pero cuando el ciudadano los observa de forma global es más que entendible que la situación de intranquilidad le llegue, ya que comprueba como prestaciones y servicios que deben ser básicos y que paga con sus impuestos presentan demasiadas carencias.

 

La política

La situación política también tiene su reflejo en la población, cuyos integrantes han dejado de tenerle confianza y se muestran más que indignados con ciertas actuaciones. La falta de soluciones y en muchas ocasiones la de autoridad provocan que los ceutíes no crean en la clase política y cada vez se muestren más alejados de la misma. Los lamentables, a veces hasta bochornosos, espectáculos que se viven en las sesiones plenarias, retransmitidas en directo, producen hartazgo y provocan que el discurso no tenga ningún calado. El Gobierno del presidente Vivas, que ha tenido que llevar a cabo múltiples remodelaciones en su seno, no pasa por su mejor momento, al igual que sucede con algunos partidos políticos con representación en la asamblea. La situación de crisis es la tónica dominante en muchos de ellos y eso también tiene su reflejo en una sociedad que comienza a estar cansada de estas situaciones.

No se trata de hacer un análisis catastrofista, sencillamente es cuestión de constatar las realidades que se viven a diario en Ceuta, cuyos ciudadanos, cada vez con más insistencia, exigen soluciones a los graves problemas y carencias existentes. Basta con oír en la calle o leer las reacciones en las redes sociales.