pregón de las fiestas

La Navidad, según Jordán

Pepe Jordán ha sido el encargado de pronunciar un pregón de Navidad concebido para viajar a través de la memoria de una ciudad que  ya no existe.  

pregón navidad pepe jordán
photo_camera Pepe Jordán, durante el pregón (C.A.)

pregón navidadAunque el desapacible día restó afluencia de público, los asistentes al pregón de Navidad que este año ha ofrecido Pepe Jordán no han abandonado indiferentes el salón de actos del Palacio de la Asamblea. Este maestro jubilado –“recientemente jubilado”, gusta de precisar- ha convertido el pregón de las fiestas en un modesto espectáculo de recitación, danza, música e imagen que ha servido de instrumento para transitar por la memoria de las navidades pasadas.

“No quiero que sea un monólogo absurdo”, advertía poco después de recibir la encomienda de pronunciar el pregón. Sus intenciones han sido satisfechas gracias a su buen hacer como cicerone a través del recuerdo de una Ceuta ya extinta.

El pregón arrancaba con una proyección de instantáneas de la Ceuta de mediados del pasado siglo presentadas a los sones de “Navidad”, de Antonio Machín. A partir de ahí, y con la ayuda del ballet de Rosa Founaud, el pregón ha sido un viaje sentimental que ha alcanzado su momento de máxima emoción con las referencias de Jordán a su hijo desaparecido.

Un pregón pronunciado por un hombre con sangre de melva, según definición del propio Jordán, de un ceutí criado junto al mar, en la Espiga de Oro y O’Donnell.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad