La ordenada locura de la frontera del Tarajal donde rapidez y seguridad pocas veces se dan la mano

Competencia pública o seguridad privada. Seguridad o rapidez. Los polígonos del Tarajal son un hervidero de porteadores cada mañana. El tránsito de mercancías es constante 

10.30 de la mañana. Los polígonos del Tarajal están en plena ebullición. Cientos de porteadores marroquíes cargan sobre sus espaldas kilos de ropa, comida o mantas para ganar unos 20 euros por bulto. Es la lucha diaria de miles de personas que ven el Tarajal un medio de vida. Un medio de vida difícil, en el que la ley del más fuerte suele imperar. En sus calles se han escrito tristes historias y se han perdido vidas que quedan ahogadas por los gritos de los porteadores, las bocinas de los coches, las calles llenas de cartones y los puzles que muchos marroquíes hacen con sus maleteros y cientos de paquetes de galletas. 35 minutos tardamos en aparcar en un polígono atestado y acordonado de lunes a jueves por la Policía Nacional. Las mañanas son un ir y venir de bultos que según un acuerdo entre España y Marruecos no puede superar los 40x60 centímetros. Pero hecha la ley, hecha la trampa.

DSC 1432 MediumEl peso de los bultos supera al de las mujeres / A.S.

 La Policía Nacional trabaja a diario para controlar el paso de unos 2.000 porteadores por el puente del Biutz, situado junto a la aduana fronteriza del Tarajal y dedicado exclusivamente al paso de mercancías. Junto a ellos trabajan 6 auxiliares que hablan dariya y tratan con estos particulares transportistas pero no son suficientes según ha explicado a Ceuta Actualidad el coordinador de los polígonos, Arturo Santorum. Antes había 16 auxiliares pero los empresarios no pueden hacer frente al pago y se han reducido “lo que está provocando muchos problemas porque los auxiliares controlan las medidas de los bultos en las cabeceras de las colas de hombres y de mujeres pero a mitad de camino cambian la carga. Antes contábamos con filtros intermedios pero ahora es imposible”. Problemas que se verán incrementados ya que el 30 de noviembre finaliza el contrato con estos auxiliares. El delegado de Gobierno, Francisco Antonio González, ha llegado a exigir a los comerciantes que contraten más seguridad privada para mantener el orden en esta zona "privada", escenario de incidentes a diario, que “colaboren” para reducir el tamaño de los bultos que portan los marroquíes sobre sus espaldas “por razones de humanidad y operatividad” y que cumplan la normativa fiscal local. “Hay empresarios que entienden las cosas, hay otros que no, hay otros que dicen bastantes tonterías desde la ignorancia y hay una pequeña minoría que parece preferir el caos y alimentar el contrabando pero tanto el Estado como la ciudad vamos a tomar medidas con determinación”. Palabras que obtuvieron una dura respuesta del presidente de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Rafael Montero, quien ha dejado claro que ningún polígono de España tiene un paso fronterizo dentro y que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado deben actuar al ser públicos los viales. Por su parte, la secretaria nacional del SUP, Mónica Gracia, de visita en la ciudad ha denunciado las condiciones laborales de los compañeros y ha incidido en que los policías se deben dedicar única y exclusivamente al control de la documentación, “algo que no pueden hacer porque faltan medios materiales y humanos”. Mientras cientos de porteadoras se amontonan en la rotonda de entrada a la frontera para poder acceder al polígono, Gracia califica la situación como un problema de orden público y de seguridad privada.

 “El problema no es entrar, sino las prisas que llevan los porteadores y la frontera tiene una capacidad limitada”

En el Tarajal no hay camiones para llevar la mercancía hasta Marruecos, hay espaldas que sufren y mucho. Después de esperar unas colas eternas cargados con demasiados kilos, la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional (UIP) debe hacer su trabajo y aquí prima la seguridad, una delgada línea roja que no debe sobrepasarse. “No es labor de la policía controlar el tamaño de los bultos. Deben dedicarse al control de la documentación. Controlar las mercancías que salen del país así como las medidas estipuladas entre España y Marruecos es labor de la Agencia Tributaria o de la Guardia Civil”, ha explicado para Ceuta Actualidad, Jesús González Miaja, secretario general del Sindicato Unificado de Guardias Civiles (SUP). Fuentes cercanas a la Guardia Civil han explicado a este periódico que el principal problema es la falta de coordinación policial. Hasta que la Policía Nacional no organiza a los porteadores que se acumulan en la rotonda de la frontera, la Benemérita no puede abrir el acceso al polígono y cuando lo hace tiene que controlar a 2.000 personas con mucha prisa por entrar. Algo que sorprende a propios y extraños. Precisamente con una impresión desoladora se fue la primera mujer que dirige el sindicato mayoritario de la Policía Nacional. “No se entiende nada de lo aquí pasa, no se entiende ni en Madrid, ni en Ceuta. Esto es una cuestión de estado. Los partidos políticos deben atajar esta situación y reunirse con Marruecos para buscar una solución europea, no española, porque hay un acuerdo Schengen. Pero para eso hace falta voluntad porque los policías están en medio de una guerra política”, explica Gracia.

Tornos y largas esperas

El ritmo en el puente del Biutz lo marcan unos tornos y un largo pasillo que más parece una jaula y que ya en territorio marroquí deben cruzar para ganar no más de 30 euros. “Hay épocas en las que se sube el precio del bulto y se produce un peligroso efecto llamada como ocurre desde hace un par de meses”, explica Santorum mientras saluda a miembros de la Agencia Tributaria que inspeccionan algunas de las 250 naves del polígono porque al parecer hay naves “con menos papeles que un barco pirata” que almacenan ropa usada ilegalmente. El presidente de los empresarios ceutíes asegura que “si para vivir todos los días se necesita dar tres pases y solo se puede dar uno porque Marruecos acorta las horas de paso pues tendré a dos personas dando uno y por tanto se multiplican aún más los porteadores".

Con los días contados

DSC 1332 Medium                                 El Tarajal II aún está cerrado/ A.S.

La ordenada locura en la que cada mañana se convierten los polígonos del Tarajal tiene dos vías de salida: el puente del Biutz, con los días contados, y la frontera. Decimos los días contados porque el nuevo paso de mercancías del Tarajal II, con una inversión de unos 750.000 euros, va a sustituir al Biutz. España ya ha hecho su trabajo en la zona junto a la frontera, ahora le toca a Marruecos. Una apertura muy esperada y deseada por comerciantes, porteadores y policías nacionales.

Aún no se sabe la fecha de apertura, pero lo que sí parece tener claro el SUP es que a ese paso hay que dotarlo de personal y de medios que dificulten las avalanchas o tumultos. Según González, ahora mismo es un terreno diáfano y sería temerario abrirlo. Para Santorum, el Tarajal II va a solucionar muchos problemas. Los polígonos se van a quedar libres, así como el tránsito de vehículos y personas. En el nuevo paso habrá poco recorrido y por tanto, menos colas y menos avalanchas pero habrá otros problemas. “El Tarajal II no va a ser la panacea si no se le dota de más medios humanos” como piden desde el Sindicato de Policía, como mínimo haría falta duplicar la plantilla de 15 agentes. Por su parte, Caballas considera que la solución a los problemas de los polígonos es inaplazable e insiste en la necesidad de reconsiderar la apertura del antiguo paso de Benzú, cerrado hace diez años. Algo que para las fuentes de la Guardia Civil consultadas por este periódico no es viable porque la zona no está preparada para el paso de mercancías. La solución, según estas mismas fuentes, es crear una aduana comercial ya que el problema no es policial sino político.

El otro punto caliente es la frontera, que a diario absorbe a unas 25.000 personas entre porteadores y trabajadores. Aquí también faltan medios humanos y materiales. La frontera tiene un tamaño y una infraestructura que actúa como un temible embudo donde no es raro que se produzcan peligrosas aglomeraciones o avalanchas de marroquíes con prisa para entrar en la ciudad. Rapidez y seguridad son dos términos que casi siempre casan mal. “El problema no es entrar, sino las prisas que llevan los porteadores y la frontera tiene una capacidad limitada”, explica González. Capacidad que se verá incrementada con la remodelación que se espera se licite a finales de 2015y tendrán un coste aproximado de 12,5 millones de euros.

Mientras llegan los tan ansiados cambios, una cosa está clara: el Tarajal da dinero, mucho o poco, pero sin duda, son ganancias para la ciudad. Para el coordinador de los polígonos y ejecutor de las voluntades políticas de delegado y presidente de la ciudad, “este no es el polígono de la vergüenza. Da de comer a mucha gente a ambos lados de la frontera” aunque según Montero si los empresarios del Tarajal pudieran trasladar sus naves a coste cero “todos se irían”.

DSC 1310 MediumLas mujeres se agolpan en la rotonda de acceso a la frontera / A.S.