Los trabajadores de la empresa de autobuses Hadú-Almadraba han hecho buenas sus advertencias. Las líneas 4 y 8, que unen el centro de la ciudad con Loma Colmenar y Príncipe Alfonso, han dejado de prestar servicio desde hoy en protesta por la inseguridad que sufren los conductores en distintos itinerarios. El pasado domingo, en un plazo de apenas seis horas, dos autobuses fueron asaltados en la Rotonda del Quemadero y Loma Colmenar.
Según las estimaciones de los trabajadores, las dos líneas ahora suspendidas transportan a unas 4.000 personas a diario.
Parada, junto al Hospital Universitario (J. Ch.)
La empresa, que durante todo el conflicto se ha mostrado comprensiva con las reivindicaciones de sus trabajadores, ha anunciado que si la plantilla continúa negándose a prestar el servicio, abrirá los correspondientes expedientes disciplinarios. “No voy a dar ni a quitar razones, pero nosotros tenemos que cumplir con nuestras obligaciones como empresa”, ha asegurado el gerente de Hadú-Almadraba, Manuel Cuéllar. El directivo ha lamentado los “daños económicos y sociales” que la protesta de los trabajadores puede llegar a ocasionar.
La decisión de paralizar los servicios con Loma Colmenar y El Príncipe llega después de que el comité de empresa entendiera como una provocación el anuncio de la Ciudad de que comenzaría a abrir expedientes si, tal y como anunciaron el lunes los trabajadores, los horarios de las líneas 4 y 8 se reducían a un solo turno de mañana en señal de protesta. La respuesta de la plantilla ha sido la de suspender totalmente el servicio.
El presidente del comité de empresa, José Antonio Blanco, mostraba esta mañana su sorpresa ante el silencio de la Administración local. Los trabajadores reclaman la instauración de un dispositivo policial que garantice la seguridad de los conductores y los usuarios del servicio en los puntos más conflictivos. “Nos sorprende enormemente que no se intente conversar con los trabajadores y la empresa para hallar una solución a este problema”, confiesa Blanco.
El comité ya reclamó a la Ciudad la adopción de medidas de seguridad después de que a finales del pasado enero tres individuos atracaran a punta de pistola a un conductor en Loma Colmenar.
