Las precipitaciones de este domingo ponen de manifiesto la falta de soluciones para algunas situaciones

Lluvias, losetas verdes sin quitar y obras sin terminar

Concluidas las vacaciones de verano llega el inicio del curso y la actividad en todos los sectores comienza a fluir. Este domingo han llegado las primeras precipitaciones y con ellas han vuelto aflorar los problemas. Ya se han registrado los primeros resbalones a causa de las resbaladizas losetas verdes, un mal endémico que azota al centro de la ciudad desde hace más de 5 años.

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photo_camera Las primeras lluvias traen a la palestra el problemas de las resbaladizas losetas verdes (C.A.)

Como cada año, Ceuta afronta las primeras lluvias con un problema cuya solución se dilata en el tiempo, el cambio de las conocidas losetas verdes, que ya en 2018 costó a la Ciudad un montante cercano a los 400.000 euros en indemnizaciones por caídas producidas por las mismas. Pero a ello hay que unir otro asunto preocupante y no menos importante. Las obras que se llevan a cabo en la ciudad y que, en el caso de Ceuta, se dilatan demasiado en el tiempo.

Un claro ejemplo de ello es lo que va a suceder en el inminente inicio del curso escolar con las obras que se llevan a cabo en las calles Delgado Serrano y Daoiz, aparte de otras repartidas por el centro y la periferia, de las que podíamos citar como ejemplos las de Claudio Vázquez, Gran Vía y Jáudenes, esta última una vía de vital importancia para el desahogo del tráfico.

La de Delgado Serrano y Daoiz, además, afectan, y de qué manera, a dos colegios. Por una parte al colegio de la Inmaculada y por otra a los Agustinos. En ambos casos habrá algunas dificultades para que llegar a los mismos.

Este domingo, las lluvias han hecho acto de presencia y ya se han producido los primeros resbalones de personas en el centro de la ciudad por las célebres losetas verdes, un problema que se ha convertido en endémico para esta ciudad y que lleva sin resolver al menos más de cinco años.

Pese a las promesas y las probaturas del Gobierno, con su correspondiente inversión económica, el problema continúa ahí. En cuanto a las obras, la misma consejera de Fomento, Kissy Chandiramani, reconoció que el Ejecutivo no está contento, al igual que le pasa con el asunto de la limpieza, con los continuos retrasos que se producen en las obras, algunas con retrasos superiores a un año.