Ceuta ha vuelto a situarse este miércoles, casi un año más tarde, en el foco del principal impulsor de las políticas europeas, El Parlamento con sede en Bruselas. En junio de 2021 los cuatro principales grupos que componen el hemiciclo consiguieron el respaldo del pleno para aprobar una resolución calificada de histórica, la cual condenaba la estrategia híbrida empleada por Marruecos en Ceuta, y reconocía el Tarajal como frontera sur de Europa, entre otras cuestiones. Doce meses más tarde, el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar- uno de los impulsores de dicha resolución-, ha vuelto a insistir en recalcar el mensaje que se consiguió transmitir a todo el conjunto de la Unión: “Ceuta y Melilla son territorio español, parte de la integridad territorial española, de la soberanía española y, por tanto, son frontera exterior de la Unión Europa con África. La única de esta naturaleza”.
El socialista canario en declaraciones exclusivas a Ceuta TV, Ceuta Actualidad y Ceutaldia, ha celebrado que se hayan retomado las conversiones y la cooperación con el reino alauí. La única opción viable, en su opinión, para restablecer la normalidad tanto en las ciudades autónomas como en Canarias. “No cooperar, no dialogar, no es una buena opción”, ha destacado López Aguilar, que se ha referido al acuerdo hispano-marroquí firmado el pasado marzo para insistir, como también lo hizo el presidente Sánchez, que con el mismo queda garantizada la integridad territorial de las ciudades.
Aunque ha eludido confirmar que esta nueva etapa de relaciones suponga la renuncia por parte de Rabat a la pretensión soberanista sobre Ceuta y Melilla, sí que ha sido tajante al señalar que cualquier ataque a estas autonomías lo es al conjunto del territorio nacional y, por tanto, al de Europa. “Las relaciones entre sendos países deben basarse en el respeto mutuo, y ello implica exigir que Marruecos no tenga la menor duda sobre Ceuta y Melilla, el menor equívoco, ni el menor margen. Puede tener en mente lo que quiera, pero no puede poner sobre la mesa nada que suponga una amenaza a la integridad territorial de España que pase por Ceuta y Melilla, que son componente esencial de su soberanía e integridad territorial y, por lo tanto, lo son también de la Unión Europea”.
Respecto a las opciones de futuro que barajan las ciudades. Sus retos y oportunidades, y los tres pilares en los que se sustenta el informe ‘+ España, + Europa’, que se ha presentado este miércoles en el Parlamento, y que versan sobre la eliminación de la excepción Schengen, la adhesión a la Unión Aduanera y la calificación como ciudades ultraperiféricas. El socialista le ha enviado un mensaje al Gobierno ceutí, apelándole a convertirse en propulsor e impulsor de las medidas que pretenda conseguir. “Hace años el Parlamento Canario consiguió la aprobación de su catalogación como región ultraperiférica o la adhesión a la Unión Aduanera, y así se lo transmitió a Madrid, como competente para tramitarlo ante las instituciones de la Unión”.
El gobierno español fue quien solicitó y negoció esa excepcionalidad para las ciudades autónomas y, por tanto, quien debe pedir revocarlo, ha recordado el europarlamentario que, asimismo, no encuentra impedimentos a que el Parlamento obstaculice su revocación. “Las iniciativas legislativas se cargan de razón en su exposición de motivos. Una vez que se adoptan el Parlamento Europeo las somete a tramitación y, en este caso, no considero porqué rechazarlo”.
No obstante, ha insistido reiteradamente, que estos territorios están caracterizados por una especial singularidad que exige estudiar con detenimiento. “Es muy importante calibrar todos los elementos y cuestiones”.
Menos probable, en realidad, más bien “inviable” es para el socialista la catalogación como regiones ultraperiféricas de Ceuta y Melilla. Partiendo, explica, porque exigiría una revisión de los tratados, “lo que no parece muy verosímil” y, además, por necesitar un respaldo casi absoluto por parte de las instituciones tanto nacionales como europeas. “Requiere que lo apruebe el Parlamento Europeo, los estados presentes en el Consejo, y que el conjunto de los parlamentos nacionales lo ratificaran por unanimidad. Por lo tanto, este calificativo no parece plausible”.
