el punto de encuentro, un recurso para "normalizar"

"No se trata de hacerse amigos pero por lo menos, no enemigos"

En el número 1 de la calle Delgado Serrano son testigos de duras experiencias, familias rotas que distanciadas por sus diferencias necesitan el amparo de un piso seguro.

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photo_camera El bienestar de los niños es lo primero / C.A.

Ceuta cuenta desde el 2006 con un Punto de Encuentro Familiar (PEF), un espacio idóneo y neutral en el que hijos, padres o familiares pueden encontrarse sin que el niño presencie los conflictos y enfrentamientos. En el número 1 de la calle Delgado Serrano se trabaja con 30 familias con hijos entre los 6 meses y los 13 años. “Cuando las partes no son capaces de encontrarse, el Punto es la solución”, explica la coordinadora y psicóloga del punto, Isabel Hernández.

PEFJunto a Hernández, un trabajador social, dos técnicos, uno en Educación Infantil y otro en Inserción Social y otros tantos voluntarios de Cruz Roja, entidad que gestiona el punto gracias a un convenio que se renueva anualmente con la Ciudad y que este año supera los 170.000 euros, se encargan de trabajar con estos menores.

Hay varios supuestos con los que se encuentran en el PEF. Por un lado, se encargan de las visitas tuteladas tanto dentro como fuera del centro con carácter puntual o bien supervisan el intercambio del niño entre los progenitores para cumplir con el régimen de visitas. No hay que olvidar que aquí el principal protagonista es el niño, en él se piensa en todo momento, en su tranquilidad, en su bienestar y en intentar que mantenga una buena relación con su familia al margen de los problemas de los adultos. Por eso, en el Punto también garantizan las comunicaciones telefónicas o telemáticas entre padres e hijos, así como acompañar a los menores en la visita a la cárcel o lugares necesarios cuando una de las partes no pueda desplazarse hasta el Punto, siempre derivados por un juzgado, el área de Menores, Servicios Sociales o el Centro Asesor de la Mujer.

"Cuando las partes no son capaces de encontrarse, el Punto de Encuentro es la solución"

Lejos de lo que se pueda pensar, en el PEF no solo se tratan casos de parejas en conflicto o con medidas de alejamiento y protección por violencia de género. El incumplimiento del régimen de visitas entre progenitores, niños tutelados por la Ciudad o menores que se reúnen con abuelos o familiares son otros de los perfiles que usan este punto, donde la discreción y la protección del menor son sus máximas.

Esto en cuanto al reglamento pero el trabajo diario dista, en muchas ocasiones, del frío papel. De ahí que la coordinadora del Punto siempre abogue por proteger al niño de una situación que no ha elegido. Ellos, desprotegidos e indefensos, se ven inmersos en peleas, discusiones y falta de entendimiento entre sus padres o entre familiares, de ahí que el Punto sea esencial para garantizar su tranquilidad y sobre todo un ambiente de normalidad. “Precisamente por no haber elegido esta situación son los adultos los que deben tomar las decisiones a la hora de ir o no al Punto de Encuentro. Lo que no se puede es, una vez en el centro, preguntar al niño si quiere quedarse. Eso lo hacen muchos padres y es un error”, puntualiza la psicóloga quien en todo momento mira por el bienestar del menor ya que “pasan un mal rato sin necesidad”. Cuando esto se produce, los trabajadores del Centro intentan relajar al niño, motivarle y animarle. “Al principio les cuesta adaptarse. Es normal pero poco a poco se van acostumbrando. El tiempo también hace su trabajo”, comenta.

"Al principio les cuesta adaptarse. Es normal pero el tiempo también hace su trabajo"

El mensaje de quien a diario se encuentran con casos difíciles es claro: “hay que tener voluntad de querer normalizar la situación. No se trata de hacerse amigos pero por lo menos, no enemigos. Hay que poner de ambas partes por el bien de los niños”. Ellos se enteran de todo, viven la situación desde la incomprensión propia de su edad, pero se dan perfecta cuenta de cuanto sucede y también de cuando las cosas van mejor “y lo agradecen”, asegura la psicóloga.